PEREZ17102022

MICROCUENTOS PARA PENSAR
60 y más
Tomás Corona

Monterrey.- Todos te dicen, y muchos libros también, lo que debes hacer después de los 60. Pero nadie lo hace, por flojera, desinterés, apatía, o porque no les da su regalada gana.

Yo sí, si lo hago así que prepárense para seguirme ¡porque voy veloz…! Me levanto temprano o tarde; almuerzo opíparamente o sólo me tomo un licuado con fenogreco; salgo a caminar o me quedo echado en la cama, pero regularmente si lo hago, a menos que ande hiper cansado; disfruto cada instante o también lo sufro; soy de los que me detengo a ver el paisaje, la luna las estrellas, el atardecer, una flor, el vuelo de una mariposa, mientras los bobalicones humanoides me empujan, me conminan, se burlan, y siguen con la vista clavada en el suelo, ¡pobres!

Canto o me quedo callado; bailo o me quedo sentado; actúo, con el pánico escénico incluido y a veces hago mutis; declamo, reclamo, sobre todo esto último, pues abomino la injusticia; leo o ejerzo mi derecho a no hacerlo; escribo,  eso si, escribo siempre, siempre, incluso cuando llego una idea en la madrugada me levanto a registrarla; también pienso y reflexiono, aunque a veces no lo parezca por mi proceder atrabancado, y hago todo lo que me gusta aunque a veces no pueda. Así que si tiene 60 y más, muévase, yo lo invito.