CORONA140920201

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Agripina
Tomás Corona

Monterrey.- Nada le gusta, nada le agrada. Todo le molesta. No tiene amigas, ni corazón. Es incapaz de socializar con humanos, pero ama los gatos. No habla, vocifera, y su lengua ácida no repara en daños. Comúnmente está sola y se basta a sí misma como Medusa, destruye con su gélida mirada el corazón más noble. No sabe de ternura ni de afecto, si se los dan, los corta a cuchilladas. No sé si sea feliz, vive presa en una burbuja de cristal de roca que la hace indestructible. Nada le importa, y no hace el mínimo intento por cambiar su sombría existencia. Es extraña, confío en que su actuar no sea contagioso. Dicen que coexiste con un ogro, ¿será esa la razón de su malestar…? Lo dice un viejo trabalenguas… Agripina se ahoga y degrada en el agrio vinagre del ogro…