Monterrey.- Allí van, profesores y alumnos, voluntariamente, a enfrentar el riesgo, a sudar fatigas, unos, dizque a aprender (mañas) y otros, dizque a enseñar (mañas también). Allí, en el mundo escolar real, aunque la simulación siga siendo un perverso recurso, suceden muchas cosas. El currículum oculto deja entrever las manías y defectos de los principales actores escolares, la injusticia, el abuso y los juegos baratos de poder, los añejados usos y costumbres, los rígidos vicios y rituales que allí, en la escuelita se practican cotidianamente. Quien sabe en esta nueva realidad real como sucederá el ser y quehacer de profesores y alumnos. Pronto lo veremos…
¿Cómo recuperar todo lo perdido…? Otra vez les tocará a los docentes descifrar el misterio. Siempre lo hacen, quien sabe cómo hacen maravillas con pocos recursos aun en las condiciones más adversas, como las actuales. Sin escudo (computadora, internet), sin lanza (un repositorio de estrategias didácticas innovadoras), van de nuevo los quijotes maestros a luchar con molinos gigantes (de ignorancia, apatía, desinterés, indolencia) para lograr su sueño de educar a las niños y jóvenes. Aunque ya la denominen como una generación perdida, pupilos y enseñantes van llenos de esperanza y fe en un futuro mejor. Van juntos a confrontarse con el pavoroso, maldito, tardío y desconcertante COVID 19… ¿Y las autoridades educativas y de gobierno…? ¡Bien, gracias…!