MICROCUENTOS PARA PENSAR
Caos
Tomás Corona
Monterrey.- La linda muchacha habitaba en el caos: entre girándulas de emoción sin fin, remolinos interminables de inquietud, pavorosos abismos de incertidumbre, insoportables vorágines de insatisfacción, inexplicables golpes de suerte, insufribles tolvaneras de dudas, desfondades espirales en confrontamiento, inaguantables turbulencias de inestabilidad, dolorosas perturbaciones espirituales, acuosos torrentes sin lágrimas, insospechados tumultos de sentimientos, duros martillazos de indolencia, corrientes de inmoderado ímpetu, frágiles entramados de certezas, exuberantes oasis de melancolía, cegadores destellos de desesperanza, flagelantes huracanes de desconcierto, álgidos glaciares de soledad, dubitativos temblores sin epicentro, ácidas lluvias de tristeza, infinito desamor…
Desconectadas su psique, corazón y la realidad, como el desmemoriado personaje femenino de la película aquella que nacía y renacía cada vez…