MICROCUENTOS PARA PENSAR
Dejavú
Tomás Corona

Monterrey.- Más allá de lo inimaginable, lo absurdo, lo ridículo, lo grotesco, lo abominable, lo falaz, lo estrambótico, lo cómico, lo imposible, lo pueril, lo fársico, lo ambiguo, lo indeseable, lo cursi, lo locuaz, lo exótico, lo miserable…

Imagínese usted si hubiese ganado la contienda electoral en México, tendríamos a la “Botarga” bailando arrítmicamente con el “Orange monkey” en el tablado de la corrupción internacional, o meciéndose en el trapecio del circo viendo cómo le cambian el nombre al Golfo de México, o complacidos y encadenados en la cama, comprando y vendiendo pedacitos de nuestra Patria.