MICROCUENTOS PARA PENSAR
Drag Queen
Tomás Corona
Monterrey.- ¡Jojojó, jijijí! ¡Jojojó, jijijí! Ay, querida “Drag Queen”, intentaré explicarte por qué no podrás leer tus cuentitos en la filosa FIL. Primero porque las puedo, es decir, porque sí, pues estoy tan investida de fastuoso poder vil. Tú eres una aberración para el alma infantil y que asustes a los nenes no lo voy a permitir. Es tal tu monstruosidad que me asustas incluso a mí. Aunque tu disfraz extravagante a veces me hace reír. Porque eres vulgar, afrentosa, ruin; por eso no te quiero ver aquí. Representas lo grotesco, lo banal, el frenesí. No quiero tener conflictos en mi evento fifí. Gente como tú no debería de existir. Y si te empeñas en hacerlo, si te empeñas en venir, te mandaré a mi ejército de heteros y mi alfil para que te hagan popó y pipí. ¡Jojojó, jijijí! ¡Jojojó, jijijí!