MICROCUENTOS PARA PENSAR
El triste
Tomás Corona
Monterrey.- Nunca jamás en ti creíste. Bien sabías que quien no arriesga no existe. A salir del cascarón no te atreviste. Siempre quisiste ser, nunca pudiste. Ante el pavor a todo, sucumbiste. En la rutina diaria te envolviste. Bajo la ruina del hastío creciste. Tenías talento y nunca lo dijiste. Sabías cantar, bailar, contar un chiste. Preso en tu egolatría te consumiste. Como nada te dieron nada diste. La verdad es que nunca pediste. Hoy nada queda de todo lo que fuiste. Siempre lloraste, poco te reíste. Estabas siempre acongojado y triste. Nada te llevas porque nada trajiste. Siempre siendo el mejor, así viviste. Abandonado y solo te extinguiste.