En la cotidianidad de las instituciones escolares, administrativas, gubernamentales, y de servicio; así como en los negocios de toda índole, empresas, febriles, y en las dependencias que usted guste, los responsables de atenderlas, quienes dan la cara al público y comúnmente están situados frente a una computadora, han desgastado lastimosamente, hasta cubrirla con un pulido brillo de insensatez, la siguiente frase: “es que así me aparece en el sistema“, denostando, denigrando o destruyendo a las personas y sus derechos humanos, que naturalmente les corresponden.
Ejemplos: el cobro de una multa de tránsito “fantasma”, “es que así me aparece en el sistema”; el doble pago de un servicio, “es que así me aparece en el sistema”; una consulta fallida por tener una cita en el servicio médico, “es que así me aparece en el sistema”; un error garrafal de un empleado del SAT, “es que así me aparece en el sistema”; un mensaje amenazante de un banco, en el que ni siquiera tienes cuenta, “es que así me aparecen en el sistema”; un error en el certificado de un alumno, “es que así me aparece en el sistema”; un saldo en contra en tu cuenta bancaria, “es que así me aparece en el sistema”; un mensaje de un pago vencido que ya hiciste, “es que así me aparece en el sistema”.
En fin, si los sistemas los crean seres humanos, por qué no los cambian y ya; y a los seres humanos que los hicieron también, hasta encontrar el equilibrio entre los desarrolladores, los sistemas y los derechos humanos.