Monterrey.- Soy lo fortuito, lo inmortal, lo infinito… Lo que anhelabas, pedías, necesitabas… Soy tu consuelo, tu inquietud, tu desvelo… Tu esperanza, tu luz, tu circunstancia… Soy lo prohibido, lo sutil, lo querido… Lo hallado, lo feliz, lo inesperado… Soy tu remanso, tu placer, tu descanso… Tu alegría, tu inocencia, tu armonía… Soy tu oasis, tu océano, tu éxtasis… Tu río, tu tálamo, tu estío… ¡Tú me creaste…! Cuando llena de amor, me imaginaste… Pero ya no te habito ni me extrañas. Me exiliaste para siempre de ti, creí morar tu corazón y acabaste extirpándome de tus entrañas…