GERSONGOMEZ03082020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Golpes de pecho
Tomás Corona

Monterrey.- Todas las religiones son poder, miedo, dogmas, sometimiento, riqueza, sangre “de Cristo”. Muchos, muchísimos pueblos han sido arrasados con descarnada violencia, “en nombre de Dios”.

     Exceptuando a los enajenados e iracundos fanáticos, la mayoría de los feligreses, beatas, peregrinos y “hermanos”, cumple cabalmente con los alienantes preceptos religiosos que han hurtado su conciencia crítica y se dan “golpes de pecho”, convencidos de que el mundo es hermoso, a pesar de su horror, y están plenamente convencidos que, por su vida y obra, ya se ganaron un pedazo de cielo.

     Sin embargo, la doble moral que caracteriza y unifica a los fifís es sorprendente, como esos que matrimonian a sus hijos como se hacía en el medioevo para engrandecer la dote y el nefasto poder económico que ostentan o esos que mandan a sus rubiecitas hijas a estudiar un curso a París, cuando en realidad van a hacerse un aborto.

     Aunque todas practican magistralmente ese ritual, per secula seculorum, la católica, es la religión más chingona, pecas, rezas diez Padres Nuestros y diez Aves Marías y te perdona, ¡sí, la más chingona…!, pecas y te perdona, pecas y te perdona, pecas y te perdona, pecas y te perdona, pecas y te perdona, pecas y te perdona…