GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
La entaconada
Tomás Corona

Monterrey.- Chaparra y regordeta, rubia forzada, mascarón de maquillaje para ocultar su fealdad y su prieto color de piel, atuendo cool, la futura diputada hacía sonar sus altísimos tacones mientras se desplazaba por la rústica calle atestada de baches, sorteándolos peligrosamente y con su vocifugio a todo lo que da, muy convincente, por cierto, (no como la de ahora) iba prometiendo el cielo y las estrellas, las perlas de la virgen, el paraíso mismo a los incautos vecinos que la veían embobados, extasiados, enajenados por aquella falsía imagen mediática que bien saben vender quienes, por unos cuantos pesos, ofertan su creatividad para el mal, condenándose a padecerlo. Todos los achichincles, con una sonrisa notoriamente falsa, repartían chucherías y propaganda con la misma y retocada imagen de aquella grotesca mujer.

          - Señora diputada, aquí en su pobre colonia se va muy seguido la luz… Dijo una voz cascada de mujer. ¿Nos puede ayudar con
             eso…?


          - Claro que sí, señor secretario, tome nota y los datos de la señora. Y apuradamente, acomodándose las gafas, anotando en una
            libretita, el flaco vejete se dispuso a acatar la orden.

          - Señora diputada, también batallamos mucho cuando llueve porque no hay drenaje en las calles, todo se inunda, ¿nos apoya para
            ponerlo…?


          - Con mucho gusto señor…

          - Constantino Pérez. Para servirle a Dios y a usted...


          - Señor secretario, apúrese con esa petición… Y allí va de nuevo el tipito nervioso y se pone a preguntar y escribir…

          - Señora diputada, ¿ya vio usted los bachezotes…? Eso nos urge de ya y con buen material porque ya van varias veces que lo
            ponen pavimento, pero es puro mugrero, luego, luego se cae
… Dijo la robusta señora que a leguas se adivinaba era la líder de
            aquella pauperizada colonia de la pomposa ciudad de Monterrey.

          - Claro que sí, tienen un problema serio, yo lo atenderé con mucho gusto. No se mortifique…

     Y así fueron acumulándose más y más peticiones… Que el servicio de basura, que el alumbrado público, que un parquecito para la colonia, que plantar árboles en las calles, que un auditorio, o mejor una unidad deportiva, que más policías por el vandalismo… El señor secretario fue registrando cuidadosamente cada una de ellas hasta que la agotadora jornada del período electoral terminó ese pesado día, como todos los demás. Esto aconteció hace exactamente 12 años y el vandalismo, la falta de árboles, de un parque, la ausencia de alumbrado público y del servicio de limpia, las fallas en la luz y el drenaje, pero sobre todo los profundos baches, clara muestra de una promesa política incumplida siguen allí, igual o peor que antes, es decir, ya se volvieron cráteres lunares…