PEREZ17102022

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Lady Quinta (¿o de quinta?)
Tomás Corona

Monterrey.- No se vale, señora melindres, “quemar en F”, por venganza o por capricho, a una pareja de jóvenes que apenas inician un emprendimiento. No es posible tanta inmadurez de su parte cuando fue usted la única culpable de no entender las reglas, de no preguntar cuánto debía pagar por el anticipo para asegurar la separación de la quinta; lamentablemente el solo uso de la palabra ha perdido su valor en la actualidad y más cuando se trata de un negocio.

Su berrinche me hizo recordar a aquellas personas que no leen las letras chiquitas del contrato y luego se molestan por algo que aparece allí y no previeron.

Después de revisar cuidadosamente sus desatinados comentarios y los de la dueña del lugar, puedo afirmar, además de que ella fue cortés y amigable con usted; el error es totalmente suyo puesto que se le explicaron, previa y claramente, todos los detalles necesarios para efectuar la contratación de la quinta y al final, como niña caprichosa, hace un tremendo drama porque “se la ganaron”, ignorando que así son estas cosas; o dicho de otra manera, “con dinero baila el perro”, para que me entienda.

Y los amenaza con “quemarlos” en internet; y lo peor de todo, lo hace. ¡No se vale! Y creo firmemente que aquí la única “quemada” va a ser usted y le deseo que esa mala vibra que vilmente arrojó sobre personas inocentes no se le revierta.

Quédese con su rabia, nadie la necesita. Ya tenemos mucha con tanta injusticia social. Todavía hay gente buena y la seguirá habiendo, aunque haya personitas tóxicas como usted.

Además de la “quemazón” que provocó y en la que usted misma se incendió, no se le desea mal y espero que haya encontrado otra quinta a la medida de sus posibilidades y caprichitos; sin embargo, y ya por último, le confieso que si yo tuviera una, jamás se la rentaría.