Monterrey.- Casota, casi palacete, aunque hay obras de arte y valiosísimos objetos por todas partes, el amplísimo sótano fue adaptado como museo. Rocas con petroglifos, cuarzos gigantescos, geodas de un tamaño impresionante, un invaluable cuadro de O´Higgins, otro de Tamayo, Picasso, Dalí, entre otros famosos pintores, todos originales. Un imponente colmillo de mamut ocupa un lugar especial. Un centenar de estatuillas precolombinas y de todas partes del mundo distribuidas estratégicamente en todo aquel museo-sótano. Sorprendentes composiciones fósiles, mesas de mármol y granito preciosamente labradas, el David que estaba por Calzada San Pedro te guiñe un ojo desde su iluminado aposento. Poco antes de finalizar la entrevista, el alcalde sonríe perniciosamente al joven reportero cuando le pregunta que de donde salieron todos esos tesoros y si tenía facturas originales de las compras de todos ellos. Obvio que no, es fácil afirmar que la mayoría de ellos fueron adquiridos en el mercado negro y pa´cabarla de joder, con los dineros del erario púbico. ¡Ah que señor alcalde tan simpático y ladino…!