GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Poetiso
Tomás Corona

Monterrey.- Se difuminó su imaginación. Se zanjaron sus ganas de escribir. Se extinguió su creatividad. Feneció su talento. Se transfugaron los deseos de ser famoso. Lo entorpeció la “parálisis de la hoja en blanco”. Las musas emigraron a los brazos de otros amantes. La belleza literaria de sus frases se cubrió de rosas negras. Las palabras fueron abortadas en el cesto de la basura. La pluma quedó muda en su buhardilla y el pobre escritor que vivía a expensas de las ganancias que obtenía con la venta de sus excelsos libros, sin esperanza alguna, acabó por beber la cicuta, ingresó a la larga lista de poetas suicidas y muy pronto lo condenó el olvido…