MICROCUENTOS PARA PENSAR
Recetario
Tomás Corona
Monterrey.- Cuando te sientas a punto de explotar, dale una vuelta a la tuerca y explota hasta pulverizar tu angustia loca. Si te agobia el estrés, aflójate un tornillo y ríe hasta desternillarte de placer. Si te agobian las penas y presiones, devánate los sesos con el elixir de una copa de vino y olvida todo las preocupaciones. Si te hiere el dolor, hazte el harakiri con el sable de la resiliencia; recuerda que es pasajera, toda dolencia. Si te gana el insomnio, trépate a los cuernos de la luna y duérmete en su arrullo entre los unicornios. Cuando te aprese la rutina, activa la alarma de la algarabía y escápate al mundo de la perenne dicha. Si la ira te colma, húndete en el mar de la tranquilidad y déjate llevar hasta el fondo de la calma y llénate de paz. Cuando quieras reír, deja sonar los cascabeles que llevas dentro y contagia a los lerdos con su música feliz. Si quieres llorar, conviértete en cascada cantarina e inunda, de la tristeza, el mar. Y cuando ya no puedas más, vete saltando, una mano por delante y la otra por detrás. Con este recetario serás siempre dichoso, ya lo verás.