Monterrey.- Todos giramos alrededor del mundo. Ella creo que no. Llega. Celular con brillantitos. Top model tercermundista, ni fea ni guapa. Close up de ojos, boca, mejillas, cara, cabeza, cabellera, de frente, perfil. Extiende el brazo mecánico. Otra vez cuerpo, medio cuerpo, piernas, senos, caderas, nalgas, pies. Se tira en el pasto y otra vez el círculo vicioso de fotos con flash, sin flash, muecas, poses exóticas, extrañas, eróticas. Estirada, doblada, en cuclillas, empinada, levantando los brazos, las piernas, abrazando un árbol. Asombro de los pocos espectadores. El morbo cunde. ¿Será modelo…? ¿Por qué tantas fotografías sola…? ¿No es la que sale en la tele…? No, dijo una voz de señora envidiosa. Es una millennial selfiloca.