GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Ser de luz
Tomás Corona

Monterrey.- ¿Acaso seré un ser de luz…? Por donde quiera que atravieso lo enciendo todo: pasiones, deseos, miradas, sonrojos, escondidas fogosidades y perversiones, de hecho, los girasoles me siguen cuando paso y entonces me siento un sol. Por la tarde noche enciendo luces mercuriales y todas las palomillas me circundan admirando mi filosa y brillante espada de luz. Todavía no entiendo porque no puedo encender un pinche foco con solo acercarme, o la pila de leños para encender una fogata con solo mirarlos con mi visión de rayos X. Debo presumir que también irradio luz de amor y esperanza para curar a las personas de su tristeza, o que padecen depresión o ansiedad, solo basta con tocarlas. Eso si me agrada. Nunca paso desapercibido en ningún lugar o reunión por los rayos brillantes que emito, yo creo. Hace tiempo me asusté mucho cuando pasé por una fonda de tacos y estalló un tanque de gas casi en mi nariz, siempre supe que yo lo había encendido. Pero ayer fue el colmo, sentí un inmenso pavor cuando caminaba por entre callejuelas del viejo barrio regio y de repente un transformador de energía eléctrica estalló, cayendo a mis pies hecho pedazos, obvio decir que yo provoqué tal explosión con mi energía lumínica que todo lo enciende. Es tanta que en ocasiones provoco tormentas eléctricas o incendios en los cerros y eso también me da bastante miedo. Si me gusta, pero a veces preferiría no ser tan luminoso y modesto.