PEREZ17102022

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Ternurita
Tomás Corona

Monterrey.- José Luis tiene 42 años, aunque ya ha teñido varias mujeres dice que es soltero (ya pasó la edad peligrosa por aquello de soltero y maduro…), ha tenido tres esposas, con la primera tuvo 2 hijos, con la segunda 1 y con la tercera ninguno. Jamás se hizo cargo de ninguno, el abuelo es quien da una jugosa cuota mensual para su manutención.

Ha vivido siempre en casa de sus papis, (incluidas las esposas), porque los innumerables empleos que ha tenido son solo temporales pues no le gusta levantarse temprano, ni que le griten, y mucho menos que le llamen la atención porque siente que lo maltratan. Ha dejado buenos trabajos porque no le agradaba el ambiente por la gente “naca” que laboraba junto con él, otro porque un jefe le gritó, otro porque el ruido de las máquinas que había en la empresa lastimaba sus tiernos oídos, otro porque le quedaba muy lejos, aunque tenía el coche que le compró su mamá, lo estresaba el tráfico. En fin, después de cada divorcio volvía siempre al acogimiento amoroso de su posesiva madre y al cobijo económico de su progenitor.

Hijo único, así había vivido desde que nació: consentido, mimado, caprichoso, engreído, frívolo, derrochador (gastando el dinero de papi por supuesto) y sí, muy guapo también con esa carita de rompecorazones que ocultaba su mezquindad.

Cabe aquí una pregunta que nunca se ha hecho: ¿qué va a hacer el junior, nini, parásito, mantenido, inútil,o como guste usted llamarle, cuando se acabe el dinero y papi y mami ya no estén?