CORONA04052020V

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Vecinos indeseables
Tomás Corona

Monterrey.- Todos los padecemos. Llegan de quien sabe dónde, rentan una casa o un depa y se arrellanan a un lado, al otro o frente a tu casa. Un muchacho joven, una pareja, una familia. De por sí, los problemas de estacionamiento son graves en esta cada vez más desbordada ciudad, los pleitos por este hecho o al interior de los hogares ya eran horrísonos, hoy se ven severamente acentuados por la pandemia y te toca escuchar barbaridades sin querer. Pero eso no es lo más preocupante. Bastante seguido, no importa si es lunes, o jueves, o fin de semana, estos vecinos indeseables se siguen reuniendo a pesar de las restricciones sanitarias señaladas por el sector salud. Y las reuniones de gente que viene de quien sabe dónde, cargando quizá el coronavirus en sus manos, en su indumentaria, en sus zapatos, se prolongan hasta la madrugada, con el consabido ruido y las palabrotas, cuando cantan, por cierto, lo hacen horrible, con la música a todo volumen, no queda otra más que denunciarlos. Apagan la música, pero siguen con su griterío y las bromas de mal gusto, contra eso no hay ninguna ley que los detenga. Son herederos del valemadrismo, libertinaje y hedonismo que caracteriza a las nuevas generaciones, “Y”, ninis, millennials, “hijos de papi”, o como usted guste llamarles. ¿Quién no tiene unos vecinos así…?