GOMEZ12102020

MUJERES QUE ESCRIBEN EN NL
Entrevista con Patricia Laborde
Eligio Coronado

1.- ¿Cómo te convertiste en escritora?
Nací con ese don, agradezco al universo tal ofrenda. Pero antes de vaciar trozos de mi imaginación en el papel, leí (y lo sigo haciendo) hasta el cansancio. Leer es el motor, escribir la gasolina. Desde los ocho años ya sabía a lo que quería dedicarme en la vida y, afortunadamente, he podido hacerlo, así que soy una mujer realizada.

2.- ¿Qué sientes cuando escribes?
Un placer inmenso, es como entrar a un estado de conciencia superior, en donde no hay tiempo ni espacio; toda oscuridad desaparece y me envuelve una luz purísima que me abstrae del mundo terrenal. Escribir es acceder a un estado de gracia, algo que considero sobrenatural, un privilegio; el fenómeno de la creación es un misterio que nos permite evolucionar más aprisa.

3.- ¿Cómo te ves a ti misma como autora?
Polifacética, porque mi labor se ha expandido, como sabes, hasta el grado de convertirme en editora. Todo lo que tenga que ver con la palabra escrita me apasiona. Comencé como poeta, luego escribí cuento, pasé a la novela, incluso colaboré con varias agencias de publicidad como redactora creativa. Para lo que no soy buena es para el ensayo; este formato tiene una precisión académica que no domino, aunque me gusta también leer a los grandes ensayistas, sobre todo mexicanos como Alfonso Reyes, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco y Rosario Castellanos, por citar algunos.

4.- ¿Cómo juzgas la obra escrita por mujeres en la actualidad?
Tiene más fuerza y menos miedo. Las mujeres se están atreviendo a escribir contenidos álgidos, pero que son una constante en nuestra sociedad, un reflejo de ella. Como dijo Ave Barrera (Guadalajara, Jalisco, 1980) a la revista Colofón: «Pasamos constantemente del miedo a la indignación, de la indignación al pasmo, del pasmo a la vergüenza y de ahí otra vez al miedo. La violencia, en especial la violencia de género es un problema tan grave que no es posible evadir el asunto, no podemos dejar de reflexionar acerca de la compleja situación que vivimos, sus aristas y matices. Creo que en el caso concreto de los feminicidios hay una necesidad urgente de visibilizar el problema, enfocarlo con respecto a la situación violenta del país y los conflictos sociales y culturales”. Y es precisamente lo que algunas están haciendo; es necesario cuestionarnos la manera en que la literatura ha silenciado, idealizado o invisibilizado al personaje femenino durante siglos. Ahora ese personaje abre la puerta, sale, observa detenidamente y expone su punto de vista sin temor a la polémica o al rechazo. Las escritoras modernas son valientes, y no hablemos de las periodistas.

5.- ¿Y la escrita por hombres?
Es que la Literatura es infinita; las nuevas generaciones (tanto masculinas o femeninas) ven la realidad de otra forma, perciben el mundo como lo que es, un lugar de paso, cruel y amenazante, en donde sigue predominando la ley del más rudo. Por supuesto, existen libros que ya son clásicos, en donde el tiempo nada tiene que ver, fueron creados para quedarse; a éstos les llamo, en vez de clásicos, sagrados, porque permanecen. La nueva narrativa es como más informal, más espontánea, más como lo que somos. Ya lo dice otro de los jóvenes, Luis Jorge Boone (Monclova, Coahuila, 1977): “En los temas uno se pierde y se encuentra con ellos a lo largo del tiempo. Al principio pensaba que escribir era poner la mejor cara de uno mismo, la foto de uno presentable, pero desde hace unos años pienso que es lo contrario. Al escribir tienes que contarte y contar tu entorno, incluso en sus peores momentos porque eso también somos. Cerrar los ojos a esa oscuridad lo único que hace es que vivamos una vida medio falsa y medio incompleta”.

6.- ¿Hay más facilidades para escribir, hoy en día, para las mujeres?
Yo creo que la mujer que desea escribir, lo hace. Siempre lo ha hecho, aunque sea escondiéndose. Hoy es más fácil porque ciertos tabúes se han disuelto bajo la mirada crítica de una buena escritora; ser hombre o mujer no define la calidad de una obra, y la facilidad o dificultad radica en la actitud cada autora. Los “pero” no existen cuando el creador despierta y se pone en acción; género no es destino en la Literatura.

7.- ¿Y para publicar?
Siempre es difícil publicar. Primero, nadie cree en ti; después te ponen tantos obstáculos que algunas desisten; otras tienen suerte y ganan uno o dos concursos o becas, y de ahí despegan. La Literatura es impredecible, unos se quedan, crecen y llegan a ser grandes y reconocidos, con dos o tres obras, como Juan Rulfo. Otros(as) se pasan la vida intentando y no alcanzan su objetivo. Publicar con un sello importante no es garantía de calidad, pero sí de promoción y visibilidad; quien realmente sabe que ha escrito algo que vale la pena, tiene la opción de acercarse a una editorial independiente y lograr su cometido. Tal vez esto le dé la oportunidad de que volteen a verla, y entonces alguien de una de esas monstruosas casas editoras, decida comprar los derechos de esa obra, que encuentra “fenomenal”, cuando el manuscrito permanece guardado en el escritorio de quien recibe y evalúa los trabajos en esa misma empresa desde hace dos años. Así de surrealista es esta industria.

8.- ¿Qué problemas sociales o morales has enfrentado como escritora?
Casi ninguno. Huyo de los problemas, y si llegan, bajar el perfil mientras se calman las aguas siempre me ha dado resultado; el tiempo se encarga de poner todo en su lugar. Hay que cansar al enemigo con la indiferencia, cuando quiere manchar tu nombre. Y si lo logra, la gente que te conoce sabe quién eres y por lo tanto, conoce tu calidad humana; preocuparse sobra.

9.- ¿Te han censurado alguna vez?
Sí, “Por ganar bien”, cuando estuve trabajando en Conarte. Hasta en los periódicos aparecí; no digo nombres, porque como te digo, las cosas van acomodándose solas. Editar es un arte, no un oficio, y si uno no se pone un precio, nadie se va a preocupar de traer hasta tu puerta un sobre con dinero. Mis detractores ya están perdonados desde entonces, pero sí fueron días difíciles; por mi obra nunca he sido censurada.

10.- ¿Te han menospreciado como autora?
No que yo sepa, al contrario. A lo mejor en “Petit comité”, pero no creo ser tan importante como para convertirme en tema principal en una conversación.

11.- ¿Consideras que la crítica literaria es más benévola con los hombres que con las mujeres o es pareja?
La crítica literaria no es benévola con nadie. Los autores debemos ser realistas y humildes, y conocer nuestros límites. Lo que es bueno, vale y será demostrado por sí mismo. No podemos pensar, ni como autores ni como editores, que uno de nuestros libros será un bestseller; cada uno se va desplazando y abriendo su propio camino. Cada obra traza su propio destino.

12.- ¿Qué autoras, en general, te han impactado más?
Mexicanas: Elena Garro, Rosario Castellanos, Sor Juana Inés de la Cruz.
Extranjeras: Virginia Woolf, Jane Austen, Joan Didion, Simone de Beauvior, Elisabeth Kübler Ross; y últimamente la española Irene Vallejo.

13.- ¿Y qué escritores?
Miguel de Cervantes, Dalai Lama, Hermann Hesse, Gabriel García Márquez, Leon Max Lederman, Dick Teresi, Stephen Hawking, Viktor Frankl, Feodor Dostoiewski, Gustave Flaubert, Walt Whitman, Truman Capote, Albert Camus, Carlos Castaneda, Siddharta Mukherjee, Haruki Murakami y Jorge Volpi.

14.- ¿Has publicado libros (y cuáles son)?
De mi autoría, muy pocos. De poesía: «Ángulo Sol» (Eligio Coronado, editor) y «Ecos de otra voz» (Oficio Ediciones). Novela: «El niño de la noria» (La Naranja Editores). He invertido mucho de mi tiempo en publicar libros a otros, en mi faceta de editora.

15.- ¿Cuál consideras que es tu mejor libro o texto (poema, cuento, novela, etcétera)?
Eso lo dirá el lector o lectora.

16.- ¿Qué aconsejas a las mujeres que desean ser escritoras?
Que lean, mucho, de todos los géneros; que empiecen a hacerlo en un diario: cada día, anotar aunque sea unas cuantas líneas. Experimentar, encontrar su propia voz… y seguir leyendo. Inscribirse en talleres de redacción, de escritura creativa, de novela, de cuento, en clubes de lectura; que asistan a todas las presentaciones y ferias del libro que puedan; que se armen de valor y paciencia y nunca pierdan la confianza en sí mismas.

17.- ¿Premios, becas o reconocimientos que hayas recibido?
Varios premios de poesía locales y nacionales. En 1995, el tercer lugar en el concurso de cuento organizado por la revista Marie Claire (de Televisa), en donde Elena Poniatowska fue la presidenta del jurado. Becas no, porque ni lo he intentado.

En abril de 2019 recibí el Reconocimiento al Mérito Editorial, entregado por la Casa Universitaria del Libro y sustentado por la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Secretaría de Cultura del gobierno del estado.

En octubre del 2021, mi novela «El niño de la noria», estuvo presente en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, Alemania, en su edición 73, y fue seleccionada por la Biblioteca de Heusenstamm, Alemania, para ofrecerlo en la categoría de literatura mexicana al público en general.

17.- ¿Proyectos en puerta?
Sí, recientemente terminé mi segunda novela, titulada «La segunda visita – Historia de un clon»; un ambicioso proyecto que me llevó tres años escribir. Ahora se encuentra en registro ante Indautor y estoy abierta a propuestas para su publicación. Pretendo sacarla a la luz este mismo año. Asimismo, comencé a trabajar como editora en la biografía de un empresario muy importante de nuestro país y en un libro de negocios.