CORONA12102020

MUROS Y PUENTES
Al filo
Raúl Caballero García

Dallas.- Hoy Estados Unidos es un país azorado por la pandemia, preocupado por la economía, enojado y partido en dos.

     Se puede decir que la pandemia se vive marcadamente en dos frentes ciudadanos: los importamadristas que minimizan el horror por ignorancia, cinismo o porque Donald Trump los exhorta y el resto de la población. Entre ambos grupos de estadunidenses –en tanto que se dilata la obtención de una vacuna– se abre un abismo que se viene llenando de muertos (215,000 y contando).

     Además, la pandemia ha hecho que la economía se vaya a la deriva por la pérdida de empleos, el cierre de empresas, la imposibilidad de pagar hipotecas, etcétera.

     El país está dividido. La población está enojada y se le vienen encima unas elecciones cruciales. El ambiente está enrarecido.

     Por una parte, crece el odio característico de la derecha. En ese extremo se dejan ver bandas de toda ralea. Los grupos de odio están alborotados desde que el tipo que ocupa la Casa Blanca los azuza ya no solo desatando el racismo, también los cuchilea en el terreno ideológico contra los progresistas y en ese desfile de inquina se llevan entre las patas (o buscan hacerlo) a todo demócrata, con la venia o el silencio cómplice de los republicanos.

     Así, entre la pandemia, el encono y la división se ha llegado al filo del precipicio, al límite del sistema democrático. Sobre todo, porque Trump ha anticipado que cuestionará el resultado si le es adverso (y lo más probable es que lo sea), y no se limitará al litigio y valoración de los jueces, sino que para ello tiene aguardando a los ultraderechistas y supremacistas blancos. “Retrocedan y aguarden”, les dijo. “Estamos listos”, le dijeron.

     Asumo que como nunca la decisión del próximo tres de noviembre, cuando se acuda a las urnas a votar por la presidencia, el pueblo norteamericano enfrentará un capítulo de su historia por demás inquietante: el desenlace electoral puede darse bajo el umbral de la violencia.

*Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano. Para comentarios: caballeror52@gmail.com.