MUROS Y PUENTES
Carro completo
Raúl Caballero García
Recordando a Francisco Veloquio (†)
Dallas.- (Diario regresivo, octubre 22, faltan 13 días para elecciones en USA el 3 de noviembre). Como nosotros, hasta hoy, más de 34 millones han votado de manera adelantada y por correo.
Al parecer en estas elecciones -tal como se ha previsto y pese a la pandemia- los votantes alcanzaremos una cifra récord: Se calcula que seremos 150 millones, 15 millones más que en 2016.
Todo lo cual es gracias a Donald Trump. Sí, estas elecciones han sido catalogadas como las más importantes en la historia de este país, de ese tamaño es la perspectiva que se tiene de este proceso electoral que, como mucho se ha señalado, se ha convertido en una suerte de referéndum dada la catastrófica Administración Trump.
¿Se quiere ensanchar la división del pueblo estadunidense que Trump ha provocado? Solo los xenófobos y los llamados grupos de odio aplauden ante ese panorama, pero se están viendo empujados, devueltos al margen social. Pienso que los republicanos ya no pueden hacerse de la vista gorda con Trump al frente del gobierno, supongo que ven con pesadumbre lo hecho por él en el país. Ven con angustia la posibilidad real de perder la mayoría en el Senado… en la Cámara de Representantes ya son minoría. En su pecado llevan la penitencia. Su resignación parece ineludible.
Los latinos en este país sabemos muy bien que las políticas antiinmigrantes han sido impulsadas tanto por los republicanos como por los demócratas, pero Trump ha sido un mandatario peculiarmente cruel e inhumano en este asunto.
Hace cuatro años se hizo de un engañoso discurso contra los mexicanos y una vez en el cargo su retórica de campaña la hizo su política. Estimuló por convicción la xenofobia, sacó de las sombras el racismo nunca enterrado en este país, ha exaltado durante su gestión todas esas tendencias violentas y destructivas apoyando el empoderamiento de grupos supremacistas blancos que hoy se pavonean a la luz del sol, pero que los datos electorales sugieren que volverán a sus cuevas.
Ese perfil antiinmigrante y divisionista de Trump -además desde luego de su enfermiza propensión a mentir y lanzar a diestra y siniestra noticias falsas, y su inclinación a ser el vecino intransigente en el ámbito internacional- ha deteriorado no solo la investidura de quien ocupa el cargo de presidente, sino que está dando al traste valiosos logros político-sociales en esta nación y el liderazgo alcanzado en el mundo.
Por lo demás, por su pésima gestión minimizando los alcances de la epidemia, negándose a ver la trágica realidad que se venía encima, misma que ha alcanzado (hasta ayer) más de 222,000 muertos y millones de contagiados… por ello, por su irrefrenable imprudencia de cara a la pandemia en estas elecciones el pueblo americano le está pasando la factura.
En eso estriba lo copioso de estas elecciones, en eso estriba la intensidad y la pasión con la que hacen fila la mayoría de los electores. Los datos apuntados aquí son posibles por los estados que proporcionan información (no todos lo hacen) en torno a la afiliación de los votantes, de acuerdo con lo cual los demócratas -hasta hoy- apabullan a los republicanos.
Mire usted lo que se indica en electproject.org, organismo consagrado a este tipo de mediciones: Los demócratas representan el 52.8 por ciento de quienes ya han votado, frente al 25. 2 por ciento de los republicanos y al 21.4 de quienes no asumen afiliación a ningún partido.
Así las cosas, faltando trece días para el 3-N (como han dado en señalar al día de las elecciones), Joe Biden lleva las de ganar, su ventaja se da en los dos frentes de votación anticipada, los porcentajes para el voto en persona indican 43.3 para el demócrata y 35.4 para Trump; en el voto por correo -contando las boletas ya enviadas- van 54.4 para Biden frente a 23.6 para el republicano.
Ante eso uno diría que los demócratas saldrán de estos comicios con carro completo.
*Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano. Para comentarios: caballeror52@gmail.com.