GOMEZ12102020

MUROS Y PUENTES
Como hace cuatro años…
Raúl Caballero García

Dallas.- (Diario regresivo, octubre 23, faltan 12 días para elecciones en USA el 3 de noviembre). Hace casi cuatro años Barack Obama en el marco de una fría ceremonia le entregó las llaves de la Casa Blanca a Donald Trump, el inesperado triunfo de este fue tan sorpresivo que nos tomó desprevenidos.

     Se nos vino encima un cuatrienio vergonzoso, por donde se le vea indefendible, en general en lo social y en lo político yo creo que lo hecho por Trump es inaceptable, nos da tristeza, nos da coraje, es injustificable.

     Obama en la actualidad es uno de los pilares de su partido. Político visionario y capaz, sigue ejerciendo gran influencia entre los funcionarios demócratas. Antes de las Primarias por sus oficinas desfilaban -en pos de consejos o recomendaciones- aspirantes a puestos electorales de todos los niveles.

     Y es un político que sigue siendo respetado por la gente y escuchado por las bases partidarias. Pues bien, ayer salió a la calle a hacer campaña por quien fue su vicepresidente: Joe Biden, y lo hizo con toda fuerza, sin cortapisas y con esa ironía que caracteriza sus discursos aventó un duro ataque contra Trump.

     Obama estuvo en Filadelfia. Salió a realizar un evento proselitista en persona -luego de hacerlo virtualmente durante meses-, pero a solo días del 3-N ya no hay tiempo para contemplaciones.

     Las campañas suben en intensidad, como se ve. Obama condenó de manera implacable al “incapaz ególatra”, urgió a los votantes a movilizarse, a no confiarse (como sucedió hace cuatro años) por la lectura favorable de las encuestas. Obama salió a golpear a Trump y lo hizo de manera contundente.

     El expresidente, punzante, ironizó una y otra vez ridiculizando a Trump: “La presidencia no es un reality show, esto es la realidad”. El país tiene que vivir con las consecuencias de su incapacidad para tomarse el trabajo en serio, dijo.

     Le lanzó dardo tras dardo: “Entiendo que quiera llevarse todo el mérito de la economía que heredó y cero culpas de la pandemia que ignoró, pero el cargo no funciona así: Tuitear a la televisión no soluciona las cosas”, asestó.

     No dejó de cuestionar que Trump no ha pagado sus impuestos durante varios años ni dejó pasar la reciente revelación de que tiene una cuenta secreta en China.

     Al hacer el perfil del republicano, Obama no dijo nada nuevo, cotidianamente la prensa progresista lo señala. Es bien sabida la mala gestión de gobierno de Trump, son bien conocidos los rasgos sin virtud de su personalidad, todos sabemos que es un mentiroso incontenible, que es egoísta, que su comportamiento deja tanto que desear… pero subrayarlo en este momento por un líder como Obama, con tal dureza, es sin duda efectivo al hacer proselitismo.

     “El carácter y el comportamiento importan”, dijo Obama. “Nuestra democracia no puede funcionar si nuestros líderes mienten cada día”, tómala. El orador que hay en Obama pasó de la mordacidad a lo emotivo, apeló a la confianza de lograr el cambio; y sin bajarle a la intensidad urgió a levantarse y votar: “No basta imaginar un futuro mejor, tenemos que luchar por él, debemos votar como nunca y no dejar ninguna duda”, exhortó.

     Hace cuatro años, recordó Obama, Hillary era la favorita, las encuestas la colocaban adelante como hoy a Biden, “pero fallaron”, dijo. O sea: es imperativo que Biden gane efectivamente de manera aplastante.

     Termino estos apuntes enfocando una de las principales denuncias hechas por Obama ayer en Filadelfia, porque con sus palabras me hizo recordar unas líneas de Valentina que hace cuatro años me llamaron la atención, siempre las tengo presentes.

     El expresidente enfatizó lo que -por cierto- en este espacio hemos comentado: Trump “empodera a otra gente a ser crueles y divisorios y racistas”. Luego, tras un breve silencio, remató: “Rompe el tejido de nuestra sociedad, afecta cómo ven las cosas nuestros niños, cómo se relacionan nuestras familias, cómo el mundo ve a Estados Unidos”.

     Hace cuatro años, cuando Trump obtuvo la presidencia, Vale escribió: “Yo tenía 10 años cuando el presidente Obama fue electo. Ahora, a su salida, ya estoy en la universidad. Él fue mi infancia. No recuerdo haber vivido bajo ningún otro presidente. Y qué presidente ha sido. Él también representó la diversidad, la inclusión, la igualdad y la aceptación. Y ahora llegado el 20 de enero, los niños de este país crecerán bajo el liderazgo de este odioso hombre, y a esos niños se les enseñará que la xenofobia, el sexismo, la islamofobia, los prejuicios, el racismo, la exclusión y la intolerancia son cosas normales. Si nuestro presidente puede decir esas cosas y actuar de esa forma sin sufrir consecuencias, aprenderán a creer que son aceptables dichas cosas. Es vergonzoso y desalentador que tanta gente esté de acuerdo con esto”.

     Confiemos en que no se repetirá lo ocurrido hace cuatro años.

*Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano. Para comentarios: caballeror52@gmail.com.