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MUROS Y PUENTES
Esa sensación
Raúl Caballero García

Dallas.- La nota durante el fin de semana ha sido la salud del presidente Donald Trump, luego de que el viernes dio positivo en la prueba del coronavirus. Su estado de salud abre un compás inesperado en el rumbo de las campañas electorales, a un mes de las elecciones el pueblo estadunidense vive la incertidumbre de enfrentar una inédita crisis política, al menos esa es la sensación.

     Trump fue trasladado el viernes al Centro Médico Militar Walter Reed (en Bethesda, Maryland) donde al parecer permanecería varios días para su tratamiento, pero ya se dijo que mejora e incluso podría ser dado de alta este lunes.

     No deja de ser curioso –incluso analistas políticos ya muestran suspicacias– que los especialistas recomiendan a las personas contagiadas que se aíslen durante al menos 10 días después de dar positivo.

      Este domingo el doctor Sean Conley, el médico de Trump aseguró que este sigue mejorando, pero, “como con cualquier enfermedad surgen altibajos”. En otras palabras, puede sobrevenir cualquier cambio en cualquier momento, o sea el suspenso continúa.

     Trump tiene 74 años, sufre de presión arterial y está medio gordo: Tres factores relacionados con mayor morbilidad y, por ende, mayor mortalidad entre pacientes con este virus.

      Lo anterior es lo que alimenta la inquietud de este país, que no quitan su atención de lo que le ocurre al presidente republicano. De seguir Trump con el padecimiento al grado de agravarse, ¿qué sigue?, ¿cómo transcurrirán las pocas semanas que restan para la elección?, ¿qué con los dos debates que faltan? Son algunas de las interrogantes en estos momentos.

     Otro escenario posible –en el caso de agravamiento de la salud de Trump– es declararlo incapacitado para gobernar lo cual lleva a asumir la 25 enmienda constitucional, es decir, el poder presidencial se traspasaría al vicepresidente Mike Pence. Con las elecciones en puerta esto sería una crisis de proporciones inusitadas. Las campañas ya viven una sacudida que las trastorna. Nada de esto escapa a la perplejidad del pueblo estadunidense.

     Los médicos y los voceros de la Casa Blanca y la campaña de Trump hacen su trabajo mostrando al país la imagen del presidente trabajando, mejorado, listo para el alta. Incluso por la tarde del domingo sorprendió a las decenas de simpatizantes que se reunieron afuera del hospital para darle muestras de su apoyo, sorprendió, digo, cuando apareció en un vehículo oficial, con mascarilla, saludando desde el interior. Salió del hospital, paseó para la foto con el pretexto de saludar a sus simpatizantes, pero uno no deja de observar en esa acción un acto proselitista que, sin embargo, es un mal mensaje para quienes dan positivo y se ponen en cuarentena. Mínimo 10 días se aíslan quienes dan positivo, pero Trump por lo visto se salta todas las trancas.

     Otro hecho que no me cuadra es que ahora en un video desde el hospital dice que “ha sido un viaje interesante (...) El covid es una cosa interesante (…) Ya lo entiendo y lo comprendo”… What! Después de más de 210,000 muertos en este país, apenas lo va entendiendo. Lleva bajándole el perfil a la pandemia desde que surgió y de pronto le pega el bumerang del virus. Ya lo entiende.

     En fin, las palabras del Dr. Conley resuenan: “Como con cualquier enfermedad surgen altibajos”. A ver qué sigue. Esperemos que se pueda difuminar la incertidumbre.

*Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano. Para comentarios: caballeror52@gmail.com.