GOMEZ12102020

MUROS Y PUENTES
Una mujer progresista
Raúl Caballero García

Dallas.- El pasado sábado en su primer discurso como vicepresidenta electa, Kamala Harris honró las luchas políticas de las mujeres.

     Refirió en homenaje a: “las mujeres que en su lucha sacrificaron tanto por alcanzar igualdad, libertad y justicia para todos, incluidas las de color a quienes con frecuencia no se les tiene en cuenta y sin embargo demuestran que son la columna vertebral de nuestra democracia”.

     Enseguida recordó a las “que han trabajado para proteger y para garantizar el derecho al voto durante más de un siglo. Lo hicieron hace 100 años con la Enmienda 19 (tras una lucha de décadas), lo hicieron hace 55 años con la Ley del Derecho al Voto y lo hicimos ahora en 2020 con una nueva generación de mujeres que emitieron su voto y continuaron la lucha por su derecho fundamental a votar y para que su voluntad sea escuchada”.

     Al convertirse en la primera vicepresidenta, Harris marca un momento trascendente en el proceso democrático de este país, es un suceso en verdad significativo. En su discurso hizo hincapié en el voto de la nueva generación de mujeres… en esa generación está Vale (mi hija) quien por cierto luego de que se supo el triunfo de Biden-Harris me habló por teléfono para decirme, emocionada y feliz, que esta ha sido la primera vez que vota en una presidencial. Imaginé su satisfacción de saber que con su voto contribuyó a esa victoria.

     Pero hablemos de Kamala Harris quien se ha convertido no solo en la primera vicepresidenta de la historia sino en un inspirador modelo femenino. Sus padres fueron activistas por los derechos civiles -de hecho, se conocieron en una manifestación en Berkeley siendo estudiantes. Ambos académicos, su madre -Shyamala- ha sido una investigadora contra el cáncer de mama y su padre -Donald Jasper- un economista profesor emérito en la Stanford University. Él de Jamaica, ella de India. Kamala nació en 1964 en Oakland, California.

     Cuando Joe Biden al inicio de la campaña la presentó como su compañera de fórmula, Kamala hizo un recuento de su vida. Recordó que siendo una bebita su madre la llevaba a las protestas por los derechos civiles en Berkeley. La niñita se convirtió en jovencita adquiriendo una clara conciencia política.

     En ese evento, al lado de Biden, Kamala compartió los exhortos que su madre les hacía a ella y a su hermana Maya: “no se queden protestando sentadas, ¡hagan algo!”. A las hermanas Harris su madre les inculcó que iba a depender de ellas y de cada nueva generación de estadunidenses seguir marchando por los derechos civiles.

     Sus padres se divorciaron cuando ella tenía siete años, las tres hicieron su vida en un barrio afroamericano en Berkeley y ha dicho que su madre se aseguró de que sus hijas se transformaran en dos mujeres orgullosas de ser negras y seguras de sí mismas.

     Se convirtió en abogada y su carrera en el ámbito político es bien conocida: fiscal de distrito en San Francisco; fiscal general de California; senadora por su estado natal. Tenemos pues una vicepresidenta que se ha distinguido como una mujer progresista. Una mujer que creció luchando por la justicia social. Una mujer negra hija de inmigrantes, aspectos que dan al traste con toda postura racista y xenófoba.

     Kamala Harris es una mujer cuya presencia bosqueja el futuro… y a esto le puedo agregar otra de las fichas que tengo en mi escritorio: estas palabras que su madre infundió en ella: “puedes ser la primera, pero asegúrate de no ser la última”.

*Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano. Para comentarios: caballeror52@gmail.com.