Mérida.- Como no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se venza, el cavernícola de la Casa Blanca blandió su mazo y consumó su amenaza de dar un garrotazo al avispero, sin importarle ser el primero en recibir los aguijonazos. Antes de la media noche del lunes, el vociferante agresor verbal de todo aquel que se deje, puso a funcionar su metralleta, es decir, su aguda lengua viperina y disparó contra sus víctimas de turno, en este caso, México y Canadá, para llevar a las vías del hecho su amenaza de imponerles aranceles de 20 por ciento, a partir del día siguiente, martes 4 de marzo.
En un comunicado difundido por la Casa Blanca, después de argumentar que “el flujo de drogas de contrabando, como el fentanilo, hacia Estados Unidos, a través de redes de distribución ilícitas, ha creado una emergencia nacional, incluida una crisis de salud pública” en su país, Trump se permitió calumniar al nuestro diciendo: “El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses”.
No sabemos si es un retrasado mental o se hace, porque le han embarrado en la cara una y mil veces que miente, que lo que dice y repite es falso, pero como buen orate no ceja en su sonsonete, que no acompaña con ninguna prueba. Piensa que como se zurró en Zelensky puede hacerlo sobre todo el mundo. Pero se equivocó, porque México tiene al frente a una mujer digna y valiente dispuesta a defenderlo hasta las últimas consecuencias.
El mismo martes, la presidenta le respondió, por medio de un comunicado que leyó en su conferencia mañanera que, en esencia, le decía:
“El día de ayer el gobierno de los Estados Unidos, después de 30 días de pausa, decidió unilateralmente imponer 25 por ciento de aranceles a las exportaciones de México, a pesar del Tratado Comercial firmado por el propio presidente Trump en su primer mandato y de que, en este periodo de tiempo, en estos 30 días, se desarrollaron acciones contundentes contra la delincuencia organizada y el tráfico de fentanilo, así como reuniones bilaterales de seguridad y comercio, que llegaron a acuerdos sustantivos de cooperación entre ambos países”.
Sin embargo, continuó, “ayer en la noche, la Casa Blanca publicó un comunicado ofensivo, difamatorio y sin sustento sobre el Gobierno de México que negamos rotundamente y condenamos categóricamente”. Y agregó:
“Desde que dio inicio el gobierno que represento, el 1º de octubre de 2024, hemos trabajado y dado resultados en materia de seguridad. Según cifras de la Oficina de Aduanas de Estados Unidos las incautaciones de fentanilo en ese país provenientes de México se redujeron 50 por ciento de octubre a enero de 2025”.
En este lapso, prosiguió; “se aseguraron 6 mil 998 armas de fuego —75 por ciento de las cuales provienen de los Estados Unidos— y 121.4 toneladas de drogas, incluyendo mil 260 kilogramos y un millón 332 mil 126 pastillas de fentanilo”.
Además: “Se han desmantelado 329 laboratorios clandestinos para la elaboración de metanfetaminas e incautado la cifra histórica de 26.4 toneladas de cocaína en operaciones marítimas”. Fueron detenidas 13 mil 858 personas por delitos de alto impacto y recientemente trasladadas 29 personas privadas de su libertad, acusadas de graves delitos relacionados con violencia y narcotráfico a Estados Unidos, para beneficio de la seguridad de ambos países”.
“Por ello, somos enfáticos: no hay motivo, razón ni justificación que soporte esta decisión que afectará a nuestros pueblos y naciones. Lo hemos dicho de diferentes formas, cooperación y coordinación, sí; subordinación, intervencionismo, no. A México se le respeta. Somos naciones iguales”.
El problema es, sin embargo, que Estados Unidos en su conjunto aún no se hace cargo de que es un demente quien lo preside. Nunca en su historia había tenido como conductor a un enajenado de tal nivel. Nomás tomó la batuta y en lugar de usarla para dirigir sabiamente a su país se dedicó a agredir con ella a otras naciones y a destruir la suya, pues sus medidas de imponer aranceles a diestra y siniestra sólo producirán encarecimiento y caída de la competitividad de las empresas en su propio territorio.
Sentados a su vera, los Musk, los Rubio, los Vance y otros que no sólo le hacen coro sino que lo ayudan en sus dislates, el magnate devenido en presidente pega a diestra y siniestra sus palos de ciego. Pero sus locuras a veces tienen respuestas inmediatas que lo obligan a reconsiderar. Lo ha tenido que hacer con los aranceles a los automóviles. Pintó el monstruo y se asustó. Al día siguiente de su decreto arancelario urbi et orbi el troglodita reculó y decidió eximir de ellos durante un mes a los automotores, previa platica que tuvo con los empresarios de varias marcas estadounidenses.
Y dos días después, este jueves, dio marcha atrás a los que había impuesto a México y en medio de una plática telefónica con la presidenta Claudia Sheinbaum, aceptó aplazarlos hasta el 2 de abril, fecha previamente fijada por él para hacer consideraciones sobre su locura arancelaria respecto a muchos países que no tienen acuerdos de libre comercio con Estados Unidos.
Frente a la agresión trumpiana, la presidenta ha respondido con firmeza sabiendo que está respaldada por el pueblo, pues salvo, los apátridas que nunca faltan, sobre todo en la oposición de derecha, como los dirigentes del Prian, que en el Congreso se exhibieron como súbditos gratuitos del jerarca estadounidense, todas las encuestas muestran que tiene la aprobación de 85 por ciento de los mexicanos.
Ese día, la presidenta convocó a una concentración el próximo domingo 9, a las 12 del día, que no obstante, la respuesta de Trump en la llamada telefónica, suspendiendo la medida arancelaria, no se cancela; se realizará para demostrarle al oligarca del País del Norte que el nuestro no está dispuesto a permitir que ni él ni sus quintacolumnistas del Prian impongan a México las políticas imperiales que convienen a sus intereses y de sus lacayos.