Tercera y última parte
Monterrey / Austin.- 6. El reto de la innovación tecnológica. En materia de investigación y desarrollo tecnológico podemos hablar de dos modelos paradigmáticos, por un lado Corea del Sur y por el otro Venezuela. En Corea del Sur el desempeño de los científicos no se mide tanto por el número de publicaciones realizadas, sino por el número de patentes registradas.
Según Laman Carranza, estos dos modelos se pueden describir en base a tres indicadores: el modelo económico, el desarrollo empresarial, y la educación y tecnología.
Mientras que en Corea del Sur el modelo económico está orientado a la industrialización para la exportación, diversificando y aumentando la competividad global, en Venezuela el modelo económico privilegia el control estatal y la nacionalización de industrias.
En cuanto al desarrollo empresarial, en Corea del Sur se fomentan los conglomerados, como Samsug y Hyundai, con apoyo gubernamental. En Venezuela se privilegia el control estatal de la economía y no se fomenta el desarrollo empresarial.
En relación al desarrollo científico y tecnológico, en Corea del Sur existe una alta inversión en educación e investigación y desarrollo, fomentando el capital humano innovador. En Venezuela la inversión en educación y desarrollo tecnológico no son una prioridad.
En la década de los sesenta del siglo pasado, el PIB de México era superior al de Corea del Sur. A partir de 1980 el crecimiento económico de México disminuyó de manera sensible, debido al agotamiento del modelo económico y sus consecuentes crisis y devaluaciónes. A partir del 2000 el crecimiento del PIB de Corea del Sur supera al PIB de México debido a su enfoque en el modelo exportador, a la educación y al desarrollo en tecnología e innovación.
La inversión en México en ciencia y tecnología ha ido a la baja. El índice mundial de innovación ubica a México en el lugar 58. Actualmente México destina el 0.4% del PIB a la investigación y desarrollo, lo que nos coloca muy por debajo de la media de los países desarrollados que invierten entre el 1.5% y el 4.2% de su PIB en este rubro.
En el 2022 México se posicionó en el lugar 35 entre los 37 países de la OCDE evaluados en matemáticas y en compresión de lectura y ciencia en su sistema educativo. Matemáticas es el área en la que México tiene mayor desventaja, con una diferencia de -77 puntos en comparación con el promedio de los países de la OCDE. En ciencias la diferencia es de -75 puntos y en compresión lectora de -61 puntos.
Evaluación México Matemáticas, Comprensión de Lectura, Ciencia
La falta de inversión en ciencia y tecnología afecta por partida doble al desarrollo económico del país. Por un lado al hacernos dependientes de la tecnología importada por las empresas multinacionales y, por el otro, al mantener tecnologías de producción altamente contaminantes que agravan la situación tanto del calentamiento global como del estrés hídrico.
En Estados Unidos se está fomentando el uso de energías limpias, la Unión Europea se fijó como meta para el 2050 desfasar todos los combustibles fósiles, mientras que en México seguimos con el uso de energías fósiles caras, ineficientes y contaminantes.
Para el 2050 se proyecta que aumente el estrés hídrico, por lo que urge un programa de conservación de agua que nos permita hacer frente a esta crisis.
Tres escenarios rumbo al 2060 en materia de ciencia y tecnología.
1.México se pone las pilas y echa a andar, de manera efectiva políticas en materia industrial y de cencia y tecnología que nos permita una transición eficiente hacia energías limpias. Invertimos en educación de tal forma que aumentamos la calidad educacitva, integramos nuevas tecnologías educativas, fomentamos la educación dual y la vinculación con el sector productivo, y mejoramos en la formación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Aumentamos la inversión en investigación, desarrollo e innovación. Y fomentamos la inversión en infraestructura a través de polos de desarrollo y apoyamos la innovación en sectores estratégicos.
2.Escenario inercial: seguimos como hasta ahora en una posición débil, de dependencia tecnológica del exterior, sin aprovechar nuestro potencial.
3.Escenario negativo: rumbo al 2060 la ideología se impone sobre la innovación, investigación y desarrollo científico.
7. El reto energético
Fluvio Ruiz considera que la transición energética hacia energías limpias rumbo al 2060 debe realizarse cuidando los principios de seguridad en el abasto de energía, equidad en el acceso y sustentabilidad ambiental.
Para Lorenzo Meyer Falcón en el 2060 el mundo va a seguir dependiendo en su mayoría de las energías fósiles. Sin embargo tenemos que trabajar en una visión energética de largo plazo que impulse una política industrial de largo aliento.
Tenemos que convertir a Pemex en una empresa energética, para ello es necesario emprender una reforma fiscal que elimine la dependencia estructural de las finanzas públicas de los ingresos petroleros.
Hasta los años ochenta del siglo pasado, México fue líder en petroquímica a nivel global. Este liderazgo se dejó caer. Se requiere impulsar la industria petroquímica que nos permita recuperar el liderazgo que México tenía en esta materia.
En materia de gas natural, el consumo mexicano depende en un 90% de las importaciones de los Estados Unidos. Es urgente superar esta dependencia. Para ello hay que explorar las fuentes de abasto de gas en el territorio nacional. Y promover, por otro lado, el uso de calentadores solares en todos los hogares y nuevos fraccionamientos, estableciendo como obligaotrio el uso de esta tecnología en los reglamentos de construcción a nivel municipal.
8. El reto de la calidad de vida en las metrópolis
María Eugenia Negrete reporta que México tiene más de 100 mil asentamientos de menos de 2 mil 500 habitantes que reclaman servicios. Se espera que las metrópolis sigan creciendo. En materia de desarrollo urbano metropolitano el desafío es evitar la espiral de deterioro que viven las metrópolis de más de un millón de habitantes en México.
Existen cerca de cincuenta zonas metropolitanas en el país. El reto de administrar las metrópolis comienza por el sistema institucional de toma de decisiones, pues la mayoría de ellas abarcan varios municipios conurbados. Hasta ahora no hemos encontrado un sistema efectivo de planeación y toma de decisiones metropolitano, por lo que tenemos que avanzar en el dieño de mecanismos institucionales que permitan tomar decisiones sobre movilidad, infraestructura, seguridad, desarrollo urbano y medio ambiente.
En un estudio sobre la movilidad de Shanghái y Monterrey, Mentor Tijerina encuentra que mientras que Shanghái, una megalópolis de 35 millones de habitantes, planificó desde 1990 su desarrollo con visión de largo plazo, en el caso de Monterrey las decisiones se han venido tomando de manera coyuntural, improvisada, con visión de corto plazo, y bajo los designios de los gobiernos sexenales.
El análisis comparado de Shanghái y Monterrey nos permite observar que los estudios para la introducción del metro fueron desarrolados en ambos casos por los franceses, justo al mismo tiempo, en la década de los ochenta. La conclusión de los franceses fue que ambas metrópolis requerían de sistemas de transporte en base al metro pesado para hacer frente a los retos de movilidad del futuro.
Shangháin arrancó la construcción del metro pesado con tecnología francesa en la década de los 90. Hoy, el metro de Shanghái es uno de los metros subteráneos más grandes y eficientes del mundo, con más de 826 kilómetros de líneas. De acuerdo con la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), para el 2030 la red de metro de Shanghái contará con mil 642 km de líneas, y 2 mil km de líneas para el 2035.
Plano del Metro de Shanghái
A la par de la construcción de su metro, Shanghái adoptó un sistema de numerus clausus en la expedición de placas vehiculares. Shanhghái tiene alrededor de 4 millones de vehículos, con un sistema de subasta de placas que hace que el costo de una placa cueste casi lo mismo que un automóvil.
Hoy en día existen en Shanghái 133 vehículos por cada mil habitantes. La comparación con Monterrey es abismal, pues en la metrópolis mexicana con 5.3 millones de habitantes circulan 2.8 millones de vehículos, lo que nos arroja una relación de 528 vehículos por cada mil habitantes.
Automóviles por cada mil habitantes
Mientras que Shanghái planificó su metro pesado a largo plazo con un modelo de administración centralizada desde Beijing, Monterrey, en 1994, tomó la decisión de construir un tren ligero con tecnología española. Debido a razones presupuestales se optó por un tren ligero, en lugar de un metro pesado. Las siguientes líneas de tren ligero en Nuevo León se hicieron siguiendo el criterio sexenal de acuerdo a las preferencias del Gobernador en turno. El resultado fue que, después de 30 años de iniciada la primera línea, en el 2024 el tren ligero de Nuevo León tiene una longitud de 40 kms. El Gobernador en turno decidió ampliar el sistema de transporte en 60 kms adicionales mediante la construcción de tres nuevas líneas bajo el sistema de monoriel.
Frente al sistema de numerus clausus y de subasta de placas de Shanghái, Nuevo León eliminó el impuesto de tenencia vehicular. Hoy en día, los autos en Nuevo León pagan un derecho de refrendo que oscila entre 800 y 3 mil pesos anuales, eliminándose con ello una fuente valiosa de financiamiento para la construcción de la infraestrucrura del transporte público.
El estudio comparado entre Shanghái y Nuevo Léon nos permite sugerir tres grandes líneas de acción para diseñar un mejor futuro para nuestras metrópolis en México.
1.Emprender una urgente reforma fiscal, que permita encontrar nuevas fuentes de finaciamiento para que los estados y municipios puedan destinar al menos 5% del PIB en obras de infraestructura. Una fuente de financiamiento natural son los millones de vehículos automotores que circulan en las áreas metropolitanas. Las placas de los vehículos automotores pueden ser una fuente de financiamiento para la construcción y desarrollo del transporte público.
2.Reingeniería institucional con visión de largo plazo.Tenemos que diseñar las instituciones y los mecanismos que nos permitan planear y ejecutar a largo plazo, sin interrupciones, desde una perspectiva metropolitana. El reto es construir, en los próximos veinte años de manera acelerada, las obras de infraestructura que se requieren para evitar el colapso de nuestras metrópolis.
3.Finalmente, tenemos que abandonar el gradualismo en la toma de decisiones para emprender acciones de alto impacto con sentido de urgencia, economía de guerra en época de paz, como le llama Mangabeira Unger. Algo que caracteriza a los chinos es su enorme capacidad de ejecución. De la misma manera que Shanghái construyó 826 km de metro en 34 años, así tenemos que proceder en el caso de nuestras metrópolis. Con acciones de fondo, de alto impacto, sin interrupciones por los vaivenes políticos y las ocurrencias sexenales. El reto es lograr una gran movilización social y de recursos para transformar nuestras metrópolis. Tenemos que dejar atrás las improvisaciones, las ocurrencias, las acciones marginales de bajo impacto, el populismo fiscal y dar el paso definitivo para construir con grandeza nuestras metrópolis del siglo XXI.
9. El reto geopolítico
Enfrentamos una brecha tecnológica-digital y mientras prevalezca esa brecha doméstica, la internacional será importante. Para Eréndira Campos Paz la Geopolítica se ha visto como un tema territorial; el reto ahora es verla como un desafío tecnológico y con visión cibernética, aunque tengamos rezago en tecnologías emergentes y carezcamos de capacidades cibernéticas y de política en ciberseguridad.
La geopolítica debe considerar la seguridad nacional en lo interno y lo externo. Considerar la seguridad humana, centrada en la liberación del individuo y seguir una política de desarrollo en base a una visión de largo plazo.
El futuro diplomático debe diseñarse en base al cuerpo de carrera, especialmente considerando que contamos con 90 embajadas.
Diego Velázquez, por su parte, considera que hay un escenario catastrófico que puede producir una escisión de México entre norte y sur.
10. El reto de imaginar un futuro diferente
Guillermina Baena considera que hay un escenario catastrófico como consecuencia de que las cosas sigan como están actualmente. Si queremos construir un futuro diferente, tenemos que actuar ya.
Samuel Schmidt sugiere diseñar el futuro en base a una mega meta nacional, que nos guíe para lograr un país igualitario, justo y democrático. Para eso se deben establecer metas muy concretas en educación, desarrollo social, comunicaciones, y diseñar una nueva ingeniería de modelos políticos que garanticen la participación democrática de la sociedad.
* Reseña del Coloquio Instituto de Estudios del Futuro-CIDE UNU-CRIB HUB CIDE, 10-11 de septiembre de 2024. https://www.institutoparaestudiosdelfuturo.com/