Monterrey.- La Bandera es uno de los símbolos patrios, los otros son el Himno Nacional y el Escudo. Hay muy contados estudios rigurosos sobre nuestra Bandera, la mayoría corresponde a la ficción o libre interpretación del autor. Casi todo lo que conocemos acerca la bandera es producto de la lírica popular y no resiste un análisis riguroso y formal.
Sabemos que se la festeja el 24 de febrero. Se dice que nació en 1821 al proclamarse el Plan de Iguala y que fue confeccionada por el sastre José Magdaleno Ocampo para que la utilizara Agustín de Iturbide al frente del Ejército Trigarante, y que tenía las franjas diagonales: blanco, verde, rojo, una estrella en cada franja y en la central una corona con el letrero que simbolizaba las tres garantías: “Religión, Independencia, Unión”.
La Junta Provisional Gubernativa cambió las franjas diagonales el 14 de abril de 1823 y las colocó en forma vertical y en el orden actual: verde, blanco, rojo y un águila coronada en el centro de la franja de color blanco. El tipo y posición del águila ha venido cambiando: de frente, de perfil, tres cuartos; con la cabeza volteada a la izquierda, volteada a la derecha, o “mocha” como la que estableció Vicente Fox pagando por el diseño 285,500 pesos a la empresa Zimat Golin Harris; el águila tiene como base listones con los colores patrios simulando subliminalmente la “F” de Fox, a decir de sus críticos.
Porfirio Díaz dispuso el 30 de diciembre de 1880 que el águila estuviera de frente, con las alas abiertas; Venustiano Carranza ordenó el 20 de septiembre de 1916 que el águila estuviera de perfil volteando a la izquierda, parada sobre un nopal y devorando una serpiente. Siguieron las modificaciones de Abelardo L. Rodríguez en 1934, Gustavo Díaz Ordaz en 1967, Miguel de la Madrid en 1983…
Por la Bandera dieron literalmente su vida: el capitán Margarito Zuazo durante la Batalla de Molino del Rey; el coronel Felipe Santiago Xicoténcatl comandante del Batallón de San Blas; y Juan Escutia en Chapultepec. De los dos primeros se conservan las banderas exhibiéndose, pero no en el caso de Juan Escutia cuya veracidad ha sido cuestionada en los años recientes.
También ha sido agraviada, por ejemplo, por el licenciado Antonio Díaz Soto y Gama durante la Convención de Aguascalientes tomó la bandera en sus manos despectivamente y dijo “Es un trapo, una piltrafa, un guiñapo inútil y ridículo” obviamente por poco lo matan los convencionistas; en contraparte Eduardo Hay, en el mismo evento, inició su intervención besando la bandera, gesto que le fue largamente aplaudido. En el 2001 el poeta campechano Sergio Hernán Witz Rodríguez publicó el poema “La patria entre mierda” provocando un tremendo escándalo que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia, que lo condenó al pago de 50 pesos de multa por la ofensa al haber dicho que de la bandera que era como “papel higiénico o trapo en el que se acuestan los perros”. De igual forma en el 2007 Paulina Rubio fue multada por la Secretaría de Gobernación por haber posado cubierta con la Bandera en una foto que publicó Cosmopolitan de España, la fotógrafa Teresa Peyri fue multada con 200 días de salario mínimo, mismos que pagó en la ventanilla correspondiente… y colorín colorado.
En el 2005 se contaba con 63 banderas monumentales y su altura fluctuaba entre 11 y 50 metros, una de las más grandes está en el Obispado de Monterrey, con un asta de 120 toneladas de peso y 100,6 metros de alto; mide 50 por 28,6 m, pesa 230 kilogramos y está a una altitud de 775 m sobre el nivel del mar. Fue colocada en el sexenio de Natividad González Parás.
En estos días tan aciagos, honremos a nuestra bandera, ciertamente un gran símbolo que nos da sentido de identidad y pertenencia. La bandera es un símbolo de orgullo para el pueblo de México; cualquier ultraje a la misma afecta a todos los mexicanos.