PEREZ17102022

Nueva política
Edilberto Cervantes

Monterrey.- El cambio de gobierno en México no es sólo un cambio de personas en los puestos públicos. Aún y cuando la Presidenta hizo campaña en base a “construir el segundo piso de la Cuarta Transformación”, los adelantos que ha expresado de lo que será su plan de gobierno muestran que dará continuidad a los programas sociales y a las obras de infraestructura, pero que avanzará más en cuanto a combatir el cambio climático, en el desarrollo de las energías limpias (con PEMEX y la CFE), en promover la soberanía alimentaria, en orientar la investigación científica y tecnológica hacia la resolución de los problemas nacionales, el fortalecimiento del sistema de salud, el sistema de cuidados y las políticas de prevención, entre otras estrategias.

En el ámbito estrictamente político, el cambio de gobierno representa la posibilidad de una nueva etapa en el sistema político. Las ideologías del siglo XX mexicano se pueden amalgamar en la imagen de la alianza PRI-PAN-PRD, cuyos resultados electorales de junio pasado provocaron la desaparición del PRD y la desarticulación del PRI y del PAN. La reducida presencia electoral de MC es un dato; liderado por un personaje ya histórico.

Hace tiempo que las campañas políticas tienden a ser meros ejercicios de marketing y de venta de imágenes. La ideología, la forma de ver el Mundo, está ausente en los debates y en los discursos. El uso de las redes, la promoción de situaciones, con cancioncitas pegajosas e imágenes estridentes, son recursos de los mercadólogos que reflejan una cultura del espectáculo.

¿A quien representan los partidos políticos? En las elecciones del pasado junio, la candidata de Morena ganó entre los hombres y las mujeres con un 62% y un 56 % en ambos grupos de población. Recibió el apoyo rotundo de todas las generaciones: superó el 50% en todos los grupos de edad. También venció en todas las categorías socio-económicas; la mayoría de la población con menos de 10 mil pesos de ingresos y también la de más de 50 mil pesos eligió a Sheinbaum. Los patrones o empleadores fueron la única categoría profesional en la que salió victoriosa la coalición PRI-PAN-PRD.

¿Cuál es el espacio electoral en el que puede sustentarse el futuro de los partidos de oposición a Morena?

La estrategia para impulsar el crecimiento económico que gestionó el PRIAN, a la que luego se sumó el PRD, resultó inefectiva; pero no sólo en México y en América Latina. Los países europeos están replanteando las políticas macroeconómicas; se revisan las estructuras fiscales ante la creciente concentración de capitales e ingresos en unas cuantas empresas y empresarios superricos. La desigualdad y la inseguridad se han vuelto rasgos no deseables en las sociedades contemporáneas.

Ante esta crítica realidad global, se está produciendo un cambio conceptual y de paradigma sobre el rol del Estado –el Estado ahora debe fijar objetivos públicos– y los desafíos del desastre climático obligan a repensar el sistema productivo y su componente tecnológico y energético. Es una época de cambio en el pensamiento, en la cultura y las artes. Como siempre, el Mundo se transforma y hay que ponerse al día para encontrar mejores formas de convivencia de la humanidad.

Sobre las expectativas creadas por el “nearshoring”, cuyos límites ya están predeterminados por el gobierno norteamericano y su competencia con China, habría que señalar que el 70 por ciento de las exportaciones mexicanas son de empresas de capital extranjero, por lo que el nearshoring podría leerse como la “exportación de importaciones”. Las principales empresas manufactureras se ubican en sólo tres sectores: automotriz; aparatos eléctricos y maquinaria y equipo: tecnología importada en su mayor parte. En todo caso, para aprovechar mejor el nearshoring, se requiere una política industrial basada en la innovación y promoción de las empresas mexicanas y una mejor negociación de la transferencia de tecnología.

En el nuevo mundo del siglo XXI, ¿cuál debiera ser la postura ideológica de los partidos políticos mexicanos?

Ante todo, tener la capacidad para explicar al ciudadano cuál es la realidad que se pretende cambiar y por qué. Explicar las razones y motivos de las decisiones de gobierno y que la ciudadanía se forme un criterio para respaldarlas o rechazarlas. Se trata de cambiar para mejorar. Impulsar la formación de una inteligencia colectiva.

Otra dimensión del trabajo de partido: la formación de los cuadros de acción política y de los de gestión de la administración pública; es un pendiente de fondo. Ante la ausencia de planeación y de una visión estratégica en la acción de gobierno, la improvisación y la respuesta a lo inmediato se convierten en un asunto recurrente. Si a ello se agrega la falta de profesionalismo y el desconocimiento de los asuntos públicos, por parte de los improvisados equipos de gobierno, el desorden y el despilfarro se presentan de manera cotidiana. Los mecanismos de revocación de mandato debieran ser un instrumento aplicable con oportunidad.

La renovación de los partidos políticos en México es un proceso en marcha. Actualizar sus planteamientos programáticos y su ideario es ineludible (las realidades y desafíos del siglo XX han quedado atrás), al igual que la renovación de los cuadros dirigentes. Cada partido habrá de definir a quién o qué busca representar. Los nuevos retos y las nuevas formas de hacer política y de gobernar.

Además, habría que considerar los anuncios que ha hecho la Presidenta de que enviará iniciativas de reforma en materia electoral, como la eliminación de los plurinominales, la eliminación de la reelección y la de acabar con el nepotismo: heredar a familiares los puestos públicos.

En su “despedida” ante militantes de Movimiento Ciudadano, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, declaró: “El modelo que conocimos de trabajo político ha cerrado un ciclo y vamos a iniciar uno nuevo: nuevas reglas, nuevas formas, nuevos actores”. Agregó: yo no pertenezco a los partidos, no me gustan, me dan mucha flojera y me dan hasta náuseas a veces. “Me gustaría –dijo– que hubiera alguien al frente de MC que entendiera la coyuntura actual y que se comprometiera a iniciar un proceso de reconstrucción”. “Yo, por lo pronto, me retiro de la política y no regresaría a nada que no fuera buscar ser Presidente de México”. (El Norte, 29 de septiembre de 2024, p. 2.)

El PRI y el PAN están en un proceso de renovación de sus dirigencias, con avisos de fracturas, en tanto que el PRD desapareció. El PT y el Verde tendrán que ponerse al día y analizar su alianza con Morena. El mismo Morena tendrá que actualizar su planteamiento de ser movimiento y ser partido.

En el escenario internacional se hacen presentes posturas políticas con grados cada vez mayores de intolerancia, con un discurso del odio que impulsa posturas racistas y excluyentes. En México, antes que dar curso a la polarización, el reto de los partidos políticos es encontrar fórmulas de convivencia y de solución pacífica de las diferencias y las controversias. Encauzar institucionalmente las inquietudes políticas de los ciudadanos, no las de las élites partidistas.