GOMEZ12102020

Oposición picante y sin causa
Víctor M. Vela

Pican más los tenejales que la cal.
Refrán popular

Monterrey.- Según el Refranero Mexicano, de Herón Pérez Martínez, el tenejal es “… la cal sin apagar que se usa para cocer el nixtamal”. Para Ignacio Vela Hinojosa, en su libro Los Refranes Manantial de Sabiduría, en esta región les llaman tenejales a las piedritas residuales visibles una vez apagada la cal en su totalidad. Pero, en el fondo, la metáfora opera en el mismo sentido, porque se refieren a un componente que actúa del mismo modo: en lugar de funcionar adecuadamente en la cocción del maíz, su aplicación la deforma. Los tenejales se podrían detectar cuando, al contactar con la piel, la mezcla de agua y cal pica demasiado.

Entre las características que marcaron el cambio en el sistema político mexicano el 2018, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia, destaca la pobreza conceptual entre los opositores al régimen de la llamada 4T. Cada vez es más alarmante y desesperada la crítica por parte de los medios informativos tradicionales, al servicio de conservadurismo, donde los periodistas de opinión emiten argumentos basados en la calumnia y a la insidia, cuyo resultado es la ofuscación y el enfado social, en lugar de formar opiniones populares sólidas.

Ya no hablamos de la inútil polarización, que poco afecta a un pueblo aleccionado por su ejemplar pasado, sino de una la clara tendencia a impedir la marcha de un nuevo proyecto de nación que lastima los intereses creados a favor de una minoría corrompida.

La lucha democrática de toda sociedad lleva implícito un proceso de depuración del ambiente intelectual donde al pensamiento crítico –algunos improvisados, otros deliberadamente– lo suplen con la estridencia en su discurso, porque la misión no es construir sino trastocar una transformación que opera a favor de la mayoría, y va en contra los privilegios y la falta de justicia.

El movimiento opositor al actual régimen –como cualquier equipo perdedor en una contienda deportiva, al verse imposibilitados para concretar un proyecto alternativoz– recurren al absurdo de pelear entre ellos y a la desfigurada burla rabiosa hacia un cada vez más lucido contrincante.

No son pocos los opinantes que aun gozando de fama periodística figuran, a través de la prensa tradicional y las redes sociales surgidas con la nueva tecnología de información, como meros reductos de un sistema informativo al servicio de los privilegiados del modelo neoliberal, o neoporfirista, vigente en México por 30 años. Y que con fortaleza económica operan provocando, como los tenejales, una irritación social momentánea en principio poco trascendente.

Pero para el periodismo experimentado, y con vocación, no se descarta la posibilidad de caer en la irracionalidad, y aquello de subestimar a la oposición con sus loqueras, porque pican más los tenejales que la cal, pueda convertirse en una explosión cobarde capaz de hacer retornar al país al autoritarismo del cual, no sin potentes obstáculos, estamos intentado salir.