Monterrey.- La malhadada contrarreforma constitucional en materia energética, impuesta en el 2013 por el denominado ‘Pacto Por México’, integrado por los hasta hoy aliados PRI-PAN-PRD, permitió que otras compañías, además de Pemex y de la CFE, realicen actividades en el sector energético, que van desde explorar, explotar, producir, importar, exportar, comprar y vender.
España es uno de los países cuyas empresas se volcaron en el sector energético mexicano y según el Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX), organismo promotor de las inversiones españolas, no es posible hacer un análisis exhaustivo de todas empresas por la gran cantidad de inversiones promovidas en las distintas actividades.
Sin embargo, en un reciente reporte del ICEX, las empresas españolas más importantes se encuentran establecidas, principalmente, en la cadena de valor del sector eléctrico, destacando en las energías renovables.
Además de Iberdrola, en el sector eléctrico hay más de 40 empresas que participan como generadores, comercializadores, constructores y operadores de mantenimiento, así como proveedores de equipo, servicios y financiación.
En la generación y comercialización eléctrica están Abengoa, Acciona, Alten, X-Elio, Naturgy, Fisterra Energy con Eka, Alter Enersun, Bas Corporation, FVR, Cox Energy, entre otras; mientras que en construcción, operación y mantenimiento están Siemens-Gamesa, Grupo Ortiz, Energoya, Ingeteam, Dhamma Energy, Eosol, Elawan Energy, Sampol y Elecnor.
En cuanto al sector hidrocarburos, el ICEX reporta que las empresas tienen menor protagonismo, pero que las firmas más relevantes, además de Repsol, son Cepsa, Enagás, Técnicas Reunidas, ACS Avanzia y CHL.
En este sector, Repsol y Cepsa están en muchos eslabones de la cadena de valor. Repsol ha ganado varios bloques de la ronda petrolera, almacena hidrocarburos, fabrica y comercializa productos lubricantes y ha abierto 250 gasolineras. Por su lado, Cepsa ha ganado varios contratos de la ronda petrolera y está presente en el refinamiento del petróleo crudo y en el procesamiento y purificación del gas natural y cuenta con 150 gasolineras.
En la industria de licuefacción, transporte y almacenamiento de gas natural está Iberdrola, que tiene en cartera proyectos de interconexión con la refinería Ingeniero Antonio M. Amor, mientras que CHL cuenta con proyectos de construcción de terminales de almacenamiento en el Valle de México.
En la industria del refinamiento del petróleo crudo, participan otras empresas en contratos de obras y de servicios de todo tipo con PEMEX. Airtificial o Técnicas Reunidas están presentes en la refinería de Dos Bocas.
A su vez, Sener y OHL participan en proyectos de la refinería de Francisco I. Madero; y ACS está en proyectos relacionados con la refinería de Tula. Además de CEPSA y Repsol, Avia ha entrado en la distribución de gasolinas en México, con la apertura de 40 estaciones de servicio.
En la industria gasística, ACS fue adjudicada con tres proyectos de gas natural, en subastas convocadas desde el 2017; y tiene un contrato de servicios de compresión de gas en la Sonda de Campeche.
Al mismo tiempo, Enagás ha participado en diferentes proyectos, en su mayoría en consorcio, como la construcción del gasoducto Morelos con Elecnor, la planta de regasificación de Altamira con TLA, o la estación de compresión de Soto La Marina. Técnicas Reunidas está ejecutando un proyecto de diésel de bajo azufre en la Refinería General Lázaro Cárdenas, en Minatitlán; y Naturgy está presente en la industria como distribuidor de gas.
Los usuarios de Naturgy –antes Fenosa– no olvidan los cobros excesivos por gas natural en el área metropolitana de Monterrey, cuando pretendieron aplicar tarifas alineadas al channel gas de Texas, que generó la protesta contra el mal servicio, el trato despótico e, incluso, el robo maquinado.
Hasta principios del año pasado, España era el país con más Inversión Extranjera Directa (IED) en el sector energético mexicano; pero en el segundo trimestre de 2021, fue desplazada por Estados Unidos.
Con este simple reporte sobre negocios de compañías españolas, toda la ciudadanía, los partidos políticos y la propia iniciativa privada, debemos garantizar que el patrimonio energético sea para beneficio de los mexicanos.