PEREZ17102022

Políticas de cambio económico
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- Un problema al estudiar y debatir la economía mexicana es aprender a contextualizarla en el plano internacional, para dejar de atribuir al gobierno responsabilidades que no controla y buscar solución a las necesidades.

El planteamiento del economista y sociólogo Alejandro Álvarez Béjar, catedrático por más de 40 años de economía política, historia de las doctrinas económicas y estructura económica de México en la Facultad de Economía de la UNAM y en varias universidades como profesor visitante, fue parte medular de su conferencia: “Realidad y Perspectivas Económicas en el Actual Sexenio”, organizada por la Sectorial de Mujeres del Partido del Trabajo vía zoom, en la tarea de avanzar en la emancipación y el empoderamiento femenino.

El también editorialista y activista del 68 expuso amplia información sobre cuál es la realidad de nuestra economía y las perspectivas del gobierno de la Cuarta Transformación (la 4T) que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuyo breve resumen nos permitimos compartir.

La primera referencia en el contexto internacional es que actualmente se vive una policrisis o varias crisis por el cambio climático, la recesión económica tras la pandemia, los problemas geopolíticos de la guerra Rusia-Ucrania y, sobre todo, porque Estados Unidos ya no es el poder hegemónico, pues China está disputando ser la primera potencia económica. En este marco, la ultraderecha tiende a demeritar la política económica de AMLO, la cual no debe ser triunfalista, porque hay problemas que afectan a la población mexicana.

La segunda referencia es ubicar en el contexto mundial la visión catastrófica de la derecha, relativa a que AMLO está llevando a la economía al borde del abismo, en contraste con el enfoque de los analistas de la 4T, para quienes la economía está muy bien y marcha en la dirección prevista. En este contexto, la economía de los ‘70 no es comparable con la del 2023, ya que el modelo económico neoliberal nos convirtió en una economía muy abierta con orientación a exportar, cuando en los ‘70 teníamos una economía esencialmente cerrada, con restricciones, protecciones y prohibiciones al exterior.

La tercera referencia es que la economía está organizada en las regiones Asia-Pacífico, Unión Europea y América del Norte, que viven momentos muy peligrosos por el choque entre Estados Unidos y Rusia, donde México no es ajeno, por tener una de las economías más abiertas del mundo y cuyo contexto fueron las crisis económicas de 1982-83 –cuando se impuso neoliberalismo en nuestro país–, así como de 1987, 1994 y 2006, al dar un vuelco los problemas de crisis financieras, ya que se empezaron a presentarse también en Estados Unidos.

Entre los grandes logros del gobierno de la 4T, el especialista destacó:

- El manejo de la pandemia entre la población adulta más vulnerable por obesidad, diabetes, hipertensión y afectaciones cardiacas e inmunitarias.

- El manejo de los impactos energéticos, alimentarios e inflacionarios de la guerra de Rusia contra Ucrania.

- La mejora en los salarios mínimos generales, pero con rezagos en los salarios contractuales.

- El peso apreciado (17 pesos por dólar), pero que castiga los ingresos por remesas, créditos e inversión productiva y genera alza de tasas de interés.

- El 38% del gasto de la población destinada a alimentos y bebidas, pero sin poder comprar la Canasta Alimentaria Básica.

- Las transferencias monetarias para personas mayores y estudiantes, sin que el dinero llegue a las familias y a los lugares más pobres del país.

Pero, entre los graves retrocesos alertó sobre los siguientes:

- El pago anual de un millón de millones de pesos por intereses del servicio de la deuda, cuando esos recursos deberían destinarse a otros rubros.

- Los fuertes problemas del sector agrícola, donde la 4T ni remotamente ha buscado la recuperación de nuestra capacidad nacional alimenticia.

- El aumento del número de desplazados y de migrantes en pos del sueño americano convertido en pesadilla, porque no hay empleo suficiente.

- El alto porcentaje de la población económicamente activa en la informalidad, por la falta de inversión pública y privada.

- La brecha salarial de género, debido a que el ingreso de las mujeres está 35% abajo del ingreso de los hombres.

- El problema de los ingresos de la población indígena, los cuales son casi 25% menores al promedio nacional.

De frente a tal contexto, no queda más que impulsar políticas de cambio económico que mejoren la situación de las y los trabajadores de nuestro país.