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Pret-a-porter (Crónicas a la medida) de Gerson Gómez
Luis Spencer

Monterrey.- Transita entre hechos dramáticos que han marcado y cercenado a una sociedad que desde tiempos inmemoriales han aprendido a existir con el dolor, comienza por la travesía de entender la tragedia en Hermosillo, un dolor indescriptible que embargo a todo México, en su andar retrata el dolor de los padres, las acciones no resueltas por parte de las autoridades y un destello de fe, el de un niño repleto de energías capturando imágenes de nuestro tiempo.

     Nuestro cronista nos invita también a la reflexión, a sabernos que no somos eternos, a disfrutar cada instante, en su crónica de Américo nos recuerda que nunca hay que postergar un brindis con los amigos, recorrer las calles con desenfado, a pintar la antigua ciudad con poesía, con abrazos, con amistad. Y nunca olvidar a esos iconos, a los artistas, a los valientes a esos que nunca se doblegaron.

     Sin duda las marchas es un tema que cautiva al observador, el tumulto de gente protestando por un fin común resulta conmovedor y hasta inspirador, pero el asunto no es tan simple, detrás de estas masas se discuten siempre intereses genuinos y a veces totalmente contrarios, sin entrar en detalles ni suposiciones, el poner una sociedad en armonía va más de una encuesta de manos levantadas. Algún día espero que estas no sean unas simples marchas, sino un cambio de conciencia.

     A la recta final de estas crónicas a la medida, Gerson Gómez nos recuerda el sonido del acordeón vallenato, dispara notas musicales en sus letras, en donde no queda otra opción que pararse de la mesa y bailar con una cerveza bien fría, mientras alguien nos invita otra o nos tira un puñetazo con sabor a plomo, ahí mientras bailas la cumbia de satanás puede suceder cualquier cosa, es el momento de la incertidumbre, el entrarle al momento y a veces surge esa magia, esos milagros de artistas que no pierden la fe y las letras de sus canciones llegan a manos de sus ídolos, y materializan sus sueños.
Donde la canción “Aunque no sea Conmigo” se quedara en la inmortalidad de una ciudad que aún no logramos entender.

     Por último en la ciudad del apocalipsis, llega desde tierras lejanas un personaje en donde podemos caber todos, el muerto de Tijuana, fiel representación de los símbolos, profeta de los nuevos tiempos, después de la destrucción sobreviene la reconstrucción de los muros, tirar leyes caducas y no volver a permitir que nadie nos meta en bolsitas de dulces de una piñata bastante apaleada.

     Así nos advierte Gerson Gómez con sus crónicas a la medida, cual misiles certeros nos despierta a la realidad y nos ofrece una elegante invitación a formarnos nuestra propia historia, las paredes podrán derrumbarse, pero eso no los detiene, como fiel guerrero de la palabra nos estará acompañando, hasta el final de los días.

Nota:
Gerson Gómez aparte de ser mi amigo y compañero en distintas andanzas, es un gran maestro del oficio literario, siempre con los sentidos abiertos a retratar cualquier suceso, he sido testigo de su transformación en trabajo de campo.
Cuando de repente nos asalta el silencio, por más algarabía que exista en nuestro entorno, es la señal que algo inmortal saldrá de la pluma del cronista.