Monterrey.- Días pasan y algunos ciudadanos, ante el intenso calor y altas temperaturas que se registran en la zona norte del país, empiezan a preguntarse qué fue de la Oficina de calor extremo del municipio de Monterrey, la cual se anunció con bombo y platillo. Única en Latinoamérica e imprescindible, se dijo.
Si se recuerda, hace poco más de un año, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, junto con Kathy Baughman McLeod (de Fundación Rockefeller); Mauricio Rodas (de las Ciudades Líderes por el Calor Extremo) y Laura Ballesteros, secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología, anunciaron oficialmente la Oficina de Calor Extremo.
Por aquel entonces, se trató de justificar la necesidad de una oficina que investigara sobre el calor extremo y cómo combatirlo, pues se consideró como una causa de muerte con un índice alto. Además, dar alguna clase de sentido a los viajes de Colosio Riojas que, según se dijo, fueron sobre este rubro y otras cuestiones sobre el cambio climático.
Sin embargo, qué ha sido de esta oficina y por qué no se ha pronunciado durante la primera, segunda y tercera ola de calor, cuyos pronósticos dictaban temperaturas mayores a los 40°C en gran parte del país.
Ahora, según se informa, se terminó la ola de calor, pero continuará diez días más en la zona norte del país ¿A qué hora saldrán a dar algún comunicado o recomendación? ¿Cuánto o qué más hay que esperar para que den información de lo que sea que estén haciendo?
Porque, todo esto ha provocado, como bien se advirtió, algunos fallecimientos por «golpe de calor» en algunos estados. Varios de ellos en Nuevo León. Además, se ha empezado a denunciar que algunos servicios funerarios no están cumpliendo como deben, pues entregan el cuerpo a los familiares en estado de descomposición. No obstante, no se conoce exactamente cuál sea la causa de este problema, lo cual puede ser por saturación; la larga espera en el rescate del cuerpo de la persona fallecida; por alguna falla eléctrica en los laboratorios; entre otras cuestiones.
Otro punto importante es que se empieza a barajar la posibilidad de adelantar el fin del ciclo escolar, ya que, debido a las altas temperaturas y la falta de infraestructura de los planteles educativos, los aires acondicionados no funcionan, por alguna u otra razón.
Ahora bien, con relación al punto principal, se dijo que Surella Segú Marcos sería la titular y jefa de este proyecto y que trabajaría desde la Secretaría de Educación (SEDU), con cinco investigadores y académicos. Además, que recibiría 50 mil dólares anuales de financiamiento internacional.
No obstante, ante la situación actual, solo se ha tenido silencio de este ente gubernamental. Otros organismos, por ejemplo, Protección Civil del estado, al menos ha emitido algunas recomendaciones para protegerse de las altas temperaturas y alguno que otro consejo para mitigar el calor o mantenerse hidratado.
Ante esta situación, es casi obligado preguntar qué acciones se están realizando en la Oficina de Calor Extremo de Monterrey, ya que esta era una gran oportunidad para lucirse, la cual se ha desaprovechado por completo. Tanto presumir en su inauguración que, cuando se le requiere, parece no existir.
Según Colosio Riojas, el propósito de la Oficina de Calor Extremo sería implementar estrategias de repuesta y propuestas de mitigación para proteger a los ciudadanos de olas de calor. Propuestas que no han llegado, nadie ha escuchado y se duda que existan, pues 50 mil dólares después y varias vidas cobradas por el calor, no ha habido ni una respuesta ni propuesta de su parte ¿Entonces, de qué se trata?
Por otra parte, resulta importante resaltar que esta ola de calor es producto de un fenómeno climático y anual, del cual no es responsable gobierno alguno. No obstante, el no actuar con una política pública adecuada para afrontar estos fenómenos son, en gran parte, causantes de un mayor caos.
En Nuevo León, principalmente, se sigue apostando por atraer inversión que preocuparse por implementar estrategias que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Por ejemplo, se acaba de anunciar que Termium tendrá su planta más grande en Nuevo León. Sí, la misma empresa que durante el año pasado se reveló era la que más agua consume y más contamina el aire en el estado.
Por tanto, todo esto es un problema que involucra también a particulares. Ciudadanos que, por falta de información, contribuyen al problema, pues malamente creen mitigar el problema del calor extremo tan solo con adquirir un aire acondicionado, sin pensar mucho en las consecuencias que esto puede provocar.
He ahí donde deberían pronunciarse desde la Oficina de Calor Extremo e informar de por qué tal medida es inadecuada, ya que pueden generarse otros problemas con el aumento del uso del aire acondicionado, como lo han sido las fallas eléctricas.
Ciertamente, una cosa lleva a otra, por lo cual ignorar una, provocará que se originen nuevos problemas. Por todo, vale preguntarse ¿qué fue de la Oficina de Calor Extremo?