Mérida.- Claudia ya ganó la elección. Por más que su adversaria, Xóchitl, la candidata del circo de medio pelo conocido como PRIAN -que en estos días exhibe a sus payasos por todo el país-, se desgañite, se tire al suelo y, desde ahí patalee, ya está frita. Cuando faltan 25 días para sellar con votos la suerte de la vendedora de gelatinas, la ventaja de 25 o más puntos que sobre ella tiene su adversaria, no sólo es irremontable, sino que se puede incrementar.
Una encuesta publicada el martes 7 por la revista Expansión Política, es una especie de último martillazo en el clavo del ataúd de la representante del club de forajidos conocido como Fuerza y Corazón por México, que encabezan el ladrón Alito Moreno, del PRI; el ídem y además obtuso Marko Cortés, del PAN; el alcohólico Jesús Bejarano, del PRD, y el hijo de papi y patrón de los empresarios más corruptos de México, Claudio X González Jr.
La encuesta de encuestas, como la llama la revista, tiene este nombre porque, además de promediar todas las hechas hasta el día en que la elabora, hace también proyecciones matemáticas con los datos para sacar conclusiones sobre la evolución del voto hasta el día de la elección con el fin de saber, con bastante aproximación, cuáles serán los números finales.
Según el ejercicio, la candidata de Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, al 6 de mayo, aventajaba con 25 puntos -en el promedio de todas las encuestas- a la abanderada de la alianza derechista, pues tenía a su favor el 65 % de las intenciones de voto, por 32 % de la otra. Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, sacaba el 7%. Haciendo las proyecciones el resultado será el siguiente: en el peor de los escenarios Claudia le sacará a Xóchitl 22 puntos de ventaja en la elección del 2 de junio.
Por tanto, este arroz ya se coció. Falta, sin embargo, terminar de cocinar el otro. ¿Cuál? El de barrer a la derecha en el resto de las contiendas, para estar el gobierno de la 4T en condiciones de construir su segundo piso, esto es, llevar a cabo sus proyectos sin los obstáculos y sabotajes que la derecha, desde sus cotos de poder, emplea siempre para impedir el avance del país y la mejora de las condiciones de vida del pueblo.
Aplicar el Plan C para que no pueda esta mafia seguir frenando desde el Congreso, el Poder Judicial o los órganos autónomos, el desarrollo de México es indispensable. Es preciso obtener la mayoría calificada en cada una de las dos cámaras del Congreso de la Unión; pero también ganar las gubernaturas en las 6 entidades donde ya se gobierna y en las otras 3 donde gobierna la oposición, el mayor número de alcaldías de la Ciudad de México, legislaturas locales y ayuntamientos a lo largo y ancho del país.
Para alcanzar estos objetivos es preciso, en primer lugar, que salgan a votar todos los partidarios de la 4T el día de las elecciones. Porque si penamos: “para qué voto si ya tenemos asegurado el triunfo” y no salimos, y los de la derecha acuden todos a las urnas se corre el grave riesgo no sólo de no lograr el plan C sino de sufrir un susto en la elección presidencial.
¿Por qué se requiere este plan? Porque sin él será muy difícil avanzar aun cuando la izquierda tenga en sus manos la presidencia de la república. Seguirán Norma Piña y sus ministros, magistrados y jueces corruptos liberando a delincuentes comunes y de cuello blanco; seguirá la burocracia dorada de los organismos autónomos sangrando las finanzas del país con sus sueldos de pachás y sus prestaciones millonarias a costillas del erario y seguirán los diputados y senadores de la derecha con su minoría de un tercio en el Congreso federal impidiendo que se aprueben reformas constitucionales que hagan salir al país de su atraso y alcanzar su independencia plena de poderes fácticos nacionales y extranjeros de los que aquellos son lacayos.
Sobresalen entre estos intereses los que representa el magnate Claudio X. González Jr., de ricachones dolidos por la cancelación de sus privilegios -como el de ser rescatados con dinero público o no pagar impuestos- y los de las agencias de control yanqui -como la Usaid, dependencia gringa que les da dinero a ONGs mexicanas para que desestabilicen al gobierno-, la DEA, que durante años se paseó libremente en México de la mano de García Luna -mientras los capos hacían crecer su poder de fuego- y periódicos y periodistas al servicio del imperio gringo que publican libelos calumniosos, tanto acá como en Estados Unidos, que luego son usados para campañas calumniosas en contra del presidente mexicano.
Hay que nulificar los intereses oligárquicos que se oponen al esfuerzo nacional de hacer de México un país diferente al que vivimos hasta 2018.
La derecha es mentirosa, simuladora y traidora a nuestra patria; así como fueron sus miembros a buscar a un príncipe a Europa en el siglo antepasado y, más antes, en 1848, cuando nos invadió Estados Unidos, en lugar de luchar contra la invasión formaron batallones -los llamados Polkos- para ayudar a los invasores extranjeros, así, hoy, se alían con la DEA, con periódicos y periodistas yanquis y, juntos, dan golpes a México para debilitar a su gobierno y con esto tomar el poder.
Una de sus mentiras más grotescas se les acaba de caer: la de sus marchas rosa que decían eran apartidistas.
Desesperados ante su inminente derrota, se quitaron la máscara. Están llamando a una movilización el 19 de mayo para apoyar a Xóchitl Gálvez y al líder del cártel inmobiliario de Ciudad de México, Santiago Tajada. Antes hicieron dos con el disfraz de apartidistas. El fin: que no se cuantifiquen los gastos de ellas en las cuentas del Prian. Si se hiciera se vería que han rebasado ya el tope de su campaña con los costos de estas marchas. A tramposos nadie les gana.