GOMEZ12102020

Son tiempos duros, para todos
Bruno Javier

Monterrey.- Estoy muy agradecido por sus mensajes, llamadas y atenciones. Recibí muchísimas llamadas durante el jueves y viernes, fueron tantas que no dudé en la huella que ha dejado Iván en tantos. En una de estas conversaciones luctuosas una amiga me dijo que era lamentable no poder hacer nada; la interrumpí abiertamente para decirle que era necesario hacerlo todo: continuar llevando poesía y cuentos a esta ciudad, fue lo que nos enseñó; le dije.

     Estoy triste, muchísimos estamos tristes y el dolor es para todos en la ciudad. Perdimos a un incansable gestor editorial y cultural, pero debemos tomar la responsabilidad de no detener su esfuerzo, no dar un paso atrás.

     Estoy muy agradecido por las muestras de afecto y solidaridad. Sé que no todos supieron quién era o lo significativo y valioso de su esfuerzo para la cultura. Por ello, me parece importante hacer un repaso breve de lo mucho que hizo nuestro Iván Trejo.

     La representatividad literaria de Nuevo León es muy joven, cien años quizá. Me parece que en la última década, aunque ya contábamos con autores icónicos y, hasta cierto punto, representativos, fue después de 2010 que el número de autores del estado conocidos en el entorno nacional aumentó drásticamente.

     Pienso en 2015 y 2016 cuando Planeta y su sello Tusquets difundieron obra de autores regiomontanos como María De Alva, Patricia Laurent Kullick, Luis Panini, Hugo Valdés y Armando Alanís Pulido dando mayor visibilidad a las letras de nuestro estado.

     Pero específicamente en el caso de la poesía, me parece que por los Premios Bellas Artes de Poesía Aguascalientes merecidos por Minerva Margarita Villarreal y Renato Tinajero en 2016 y 2017, respectivamente, comenzó un momento diferente en la historia de la poesía escrita en Nuevo León. En el intervalo de tiempo entre estos dos premios Iván Trejo reunió a un grupo de escritores jóvenes interesados en la poesía, la Liga Paradiso.

     Desde la creación del grupo de escritores jóvenes hecho por Trejo, los integrantes de la Liga Paradiso han obtenido cuatro lugares en el Centro de Escritores de Nuevo León, han ganado dos premios nacionales de poesía por libro inédito y desarrollado proyectos culturales y editoriales de diferentes magnitudes. La relevancia del grupo será juzgada por el tiempo, sin duda, pero no es la única apuesta que tuvo Trejo en el último lustro.

     Junto con Ana Delia García fundó Atrasalante, primero como editorial y, paulatinamente, se transformó en un proyecto cultural integral. Apostando por la formación y la lectura. Muchos libros maravillosos han salido de esta empresa que apuesta por la poesía y la narrativa breve. Recibiendo el apoyo y confianza de autores sobresalientes: Antonio Gamoneda, Juan Gelman, Balam Rodrigo, José Javier Villarreal, Minerva Margarita Villarreal, Joaquín Hurtado, Liliana Pedroza, Julián Herbert, Luis Jorge Boone, Luis Panini; entre otros tantos.

     Se ha estandarizado llamar editorial independiente a todo esfuerzo de imprimir libros fuera de lo institucional; Iván Trejo no estaba de acuerdo con el término. Él prefería llamar editorial emergente a estos esfuerzos, pues es imposible no depender de los lectores, escritores y agentes culturales. La cultura, su gestión y posicionamiento es tarea de todos. A mi parecer, es éste el mayor de sus legados: hacernos participar de primera mano de lo cultural con calidad indudable.