Monterrey.- La superación personal es un viaje continuo y fascinante que nos invita a explorar, comprender y mejorar diversos aspectos de nuestras vidas. Es un proceso que involucra autoevaluación, fijación de metas, y el desarrollo de habilidades y actitudes que nos permitan alcanzar nuestro máximo potencial. Suena cautivador e interesante, claro, pero implica el más desafiante esfuerzo de nuestras vidas y las más arduas actividades que fuéremos capaces de desempeñar: no es para todos. Además, el terreno suele ser hostil y se requiere desarrollar una gran fortaleza psíquica para enfrentar con entereza las rémoras que antagonicen con cada propósito que elijamos. Algunos, avanzan un poco, otros, se atascan en el primer escollo, la mayoría, aprende a coexistir con su condición. El camino real es solitario y va más allá del autoconcepto y la autoestima. No se trata de una aventura, sino de un fuerte compromiso con uno mismo y con la especie humana. Es una gran responsabilidad.
El viaje comienza con la identificación de escenarios —generalmente imaginarios o tergiversados— y obstáculos —construidos por un ego pusilánime—. Si planteáramos a la superación personal de manera escueta y desinteresada, como a menudo sucede, podríamos decir que es un proceso continuo y transformador a través del cual, con la autoexploración, el establecimiento de metas, la adopción de hábitos positivos, el desarrollo de la resiliencia emocional, la construcción de relaciones saludables y el cultivo del amor propio —un discurso totalmente trillado—, podemos alcanzar nuestro máximo potencial y vivir una vida plena y satisfactoria.
Sin embargo, son palabras vacías que disimulan la realidad profunda de nuestros procesos humanos, sociales, existenciales y de vida. No podemos pretender estandarizar este proceso ni siquiera para el individuo singular y, por supuesto, mucho menos para una entidad social. La propaganda es un campo de amapolas cuyo efecto transitorio acaba por regresar a la realidad con el terrible efecto no deseado de dejar una sensación de engaño y manipulación de nuestro más preciado afecto: nosotros mismos. Parece que todo nos conmina a desistir, pues, es tan difícil…
El verdadero enemigo es el desconocimiento, ¿cómo hacer todo eso?, ¿cómo empezar?, ¿cuáles son los requisitos que debo cumplir para inscribirme al programa?... No se trata de una terapia de rehabilitación, Ni de un cúmulo de hábitos y entrenamientos conductuales. La etiología de la conducta negativa está en el motor interno que mueve o inhibe nuestros actos. Si no controlamos ese motor, las cadenas más poderosas cederán ante la persistencia de esa gota motriz que impulsa y mantiene la imperturbabilidad del statu quo.
Es fácil caer en la procrastinación y el desinterés ante los fracasos persistentes. Lo creo en serio: la superación personal no es para todos. Solamente es para los que han conseguido y fortalecido su arsenal de guerra, su estrategia, su convicción, su seguridad, su intención y su resolución para lograr el beneficio de su elección, después de haber hecho una deliberación consciente y comprometida. Sin embargo, aun así, no hay garantía de que alcancen esa superación que desean. Esa es la realidad, algo puede fallar.
Este viaje de superación personal no es lineal; está lleno de altibajos, retrocesos y avances repentinos. Cada persona recorrerá su propio camino, enfrentará desafíos únicos y encontrará sus propias rutas hacia el crecimiento. Es crucial recordar que cada pequeño paso hacia adelante es un logro en sí mismo, y que el progreso puede ser lento pero constante.
La clave para avanzar en este arduo sendero radica en la autoaceptación y el perdón hacia uno mismo. Es fundamental reconocer nuestros logros, por pequeños que sean, y aprender de nuestros errores. La resiliencia emocional, esa capacidad para recuperarse y adaptarse ante las adversidades, se convierte en una aliada indispensable en el proceso de superación.
Además, rodearse de personas que nos apoyen y nos inspiren puede marcar una gran diferencia. Las relaciones saludables, basadas en el respeto mutuo y el apoyo incondicional, nos proporcionan el sustento emocional necesario para perseverar en nuestro camino.
La superación personal puede ser un viaje sin un destino concreto. La verdadera satisfacción radica en el proceso mismo, en la libertad para elegir ser y hacer lo necesario para lograr una mejor versión de nosotros mismos. Ojalá, esta bendición, también sea para ti.