CORONA210920201

Supermán “El hombre de acero”
José Ángel Pérez

Monterrey.- Superman nace en Krypton, planeta situado a 27.1 años luz de nuestro Sistema Solar y es enviado a la Tierra siendo apenas un bebé, justo antes de la destrucción de su mundo.

     El padre de Supermán, un científico del hipotético Krypton, ante la inminente destrucción del planeta, construye una pequeña nave y envía a su hijo a la Tierra, arribando en un campo de Kansas, EUA, ahí es rescatado por el granjero Jonathan Kent y su esposa Martha, quienes lo adoptan, lo colman de amor y lo forman con una alta estima por el bien de la humanidad. Sus nuevos padres lo bautizan con el nombre Clark Kent.

     Cuando Clark crece, la gravedad de la Tierra (menor que la de Krypton) y los rayos amarillos de nuestro sol le proporcionan superpoderes. La familia Kent se traslada a Metrópolis, tal vez Washington o la majestuosa Nueva York, entonces nuestro héroe se emplea como reportero en el Daily Planet.

     Jerry Siegel y Joe Shuster crearon a Supermán en un cuento publicado por primera vez en 1933, sin embargo fue hasta 1938 cuando los editores de National Allied Publications, que necesitaban una historia más para completar el primer número de Action Comics, llamaron a Joe Shuster y Jerry Siegel para que su historia apareciera en el primer número de Action Comics.

     Tengo muchos recuerdos de la revista Superman el Hombre de Acero, comic que en mi niñez leía ávidamente en las bancas del puesto de revistas que Don Vidal tenía cerca de la Escuela Primaria Antonio Garza Villarreal de El Mezquital. Don Vidal nos alquilaba a diez centavos las revistas que “devorábamos” cada semana allá por los años sesentas y Supermán era una de las preferidas.

     Aunque años más tarde supimos que Supermán, en la mayoría de sus hazañas, violaba las leyes de la física, este cómic nos indujo a buscar los principios involucrados en los fenómenos naturales. Su lectura crítica y la discusión que sobre ella teníamos, ya en nuestra adolescencia, nos permitió desarrollar la curiosidad científica.

     Una de las célebres y simpáticas historias de Supermán, leída en uno de sus cómics, ocurre cuando el famoso superhéroe recibe la ayuda de un astrónomo muy especial, el conocido divulgador Neil deGrasse Tyson.

     Tyson, que en la vida real dirige un observatorio y es uno de los divulgadores científicos más populares de EEUU, ayuda al superhéroe a localizar el planeta del que procede. Según sus cálculos, Krypton se encuentra en la constelación de Corvus (el Cuervo), a 27.1 años luz de distancia de nuestro planeta y orbitando alrededor de una estrella enana roja llamada LHS 2520.2. Esta historia nos proporciona elementos para reflexionar sobre lo siguiente: Krypton está a 27.1 años luz y esta es la edad de Supermán al momento que su amigo el astrónomo Tyson realiza el descubrimiento. Nuestro héroe puede observar su planeta y a sí mismo en el momento que es embarcado hacia la Tierra, previo a la destrucción de Krypton. Esto se debe a que la luz que nos llega de Krypton tardó 27 años en llegar a la Tierra y la aeronave que trasladó a Supermán viajó a velocidades cercanas a la luz. Por lo tanto, el tiempo que tardó en llegar fue muy corto, es decir, la nave que trajo a Supermán tardó mucho menos tiempo que la luz, algo que va de acuerdo a la Teoría de la Relatividad.

     Otra simpática observación, de las muchas que nos entusiasmaban es la siguiente: Supermán se recarga de energía con los rayos de nuestro sol amarillo, en cambio la luz roja lo debilita debido a que las estrellas amarillas poseen más energía que las rojas, además la luz roja es de menor frecuencia y por lo tanto menos energética.

     Se han editado una gran cantidad de libros, cómics, series de televisión, videojuegos y películas de El Hombre de Acero, consideramos que en ellas existe una oportunidad de analizar críticamente las hazañas bajo la lupa de la ciencia y las matemáticas.