TIRO DE ESCOPETA
Victoriano Huerta
Ismael Vidales Delgado

Monterrey.- Victoriano Huerta nació en Colotlán, Jalisco el 23 de marzo de 1845, de ascendencia indígena, estudió en el Colegio Militar con buen éxito. Según se cuenta, una vez que don Benito Juárez visitó el Colegio lo felicitó y le dijo “de los indios que se educan como usted, la patria espera mucho”, de plano se equivocó el Benemérito.

     Huerta fue coronel, General Brigadier, y miembro de la Suprema Corte Militar de la Nación. Por cuestiones de salud se retiró de la vida militar un tiempo y se dedicó a la enseñanza de matemáticas. Al estallar la Revolución se reincorporó a las filas militares participando en la represión de los zapatistas con una mezcla de violencia y brutalidad rara vez vista.

     Entre el 9 y el 19 de febrero de 1913 (la Decena Trágica), se unió a los sublevados en contra de Madero y Pino Suárez, y simulando protegerlos, los mandó detener y los convenció de renunciar a sus cargos a cambio de garantizarles salir de la capital con vida. Acto seguido, Pedro Lascuráin asumió la presidencia por 45 minutos, sólo para cedérsela a Huerta, quien instaló una dictadura militar de proporciones exorbitantes. El 22 de febrero Huerta mandó matar a Madero y Pino Suárez.

     Huerta –el traidor número 1 de Madero– se granjeó muchos enemigos, entre ellos Venustiano Carranza que acabaría derrotándolo, por lo que Huerta entregó su renuncia y se exilió en Cuba. Adicto al alcohol, en EU fue acusado de violar las leyes de neutralidad de ese país y fue puesto en la prisión de Fort Bliss donde sufrió los temblores, confusión y alucinaciones del delirium tremens propio de su alcoholismo que le destrozó el hígado. Murió en el hospital de esa prisión militar en El Paso, Texas, el 13 de enero de 1916. Sus restos se encuentran en el cementerio Evergreen, en la ciudad de El Paso, Texas. Así acabó el traidor 1, de don Francisco I. Madero.