Monterrey.- El 28 de abril de 1945, a las 16:10 horas, el dictador italiano Benito Mussolini y su amante Clara Petacci fueron ejecutados por partisanos (así se denominaba a los civiles organizados para la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial) de un comando comunista en Dongo, pequeña localidad del norte de Italia próxima a la frontera con Suiza.
Desde 1943 la suerte le dio la espalda al Duce (este término equivale a jefe o mando supremo, sin embargo ese sería el nombre que usó Mussolini y nadie más). Los aliados consiguieron hacer un exitoso desembarco en Sicilia, y desde esa isla irían ganando terreno palmo a palmo infligiendo derrotas a Mussolini.
Hitler dejó de confiar en el líder fascista quien acabó recluido en su lujosa mansión, del Duce, solo quedaba el nombre. De ahí en adelante la vida de Mussolini se convirtió en un infierno. Así que el Duce empezó a valorar las opciones que le quedaban y decidió huir hacia Suiza.
Su plan era disfrazarse de soldado raso que formaría parte de un convoy militar alemán. Al llegar a Como, en el norte de Italia, dejó a su mujer y a sus hijos y se escabulló escondido en un camión con su amante (la principal, ya que tuvo muchas) Clara Petacci.
La mala suerte perseguía a quien su padre bautizó con el nombre de nuestro Benemérito por la admiración que le tenía, el vehículo en el que viajaba fue interceptado por una patrulla de partisanos de la brigada Garibaldi que lo apresó y trasladó al pueblito de Dongo.
A las 14:10 del 28 de abril de ese 1945 el líder partisano Walter Audiso leyó a Mussolini un breve manifiesto por el que se condenó a muerte en el nombre del pueblo de Italia y abrió fuego sobre él y su amante Petacci quien murió intentando proteger con su cuerpo al dictador, pero Mussolini había recibido cinco disparos en el pecho y un tiro de gracia justo en el corazón.
Ese mismo día ambos cuerpos fueron exhibidos en la plaza Loreto de Milán, donde una muchedumbre descargó toda su ira ultrajando sus cadáveres para que la policía de la ciudad los colgara cabeza abajo en una gasolinera de la plaza.