GOMEZ12102020

Todo viaja al desorden, pero ¿será que la muerte no es la última estación?
José Ángel Pérez

Monterrey.- La entropía, esa tendencia hacia la degradación, hacia el desorden, hacia la muerte, es un concepto que coloca a la física, ciencia que estudia los principios más generales que rigen el mundo, se encuentra en estrecha relación con un pensamiento directamente conectado con el ser humano, con la esencia de la vida misma, con la filosofía e incluso, aunque a algunos científicos no lo reconocen, con la religión.

Pero, como dice Catón, vayamos por partes, mis queridos cuatro lectores:
     • Suponga que usted está preparando su clase virtual y se encuentra en su escritorio (frente a su computadora, que usted se compró y conectado a la RED, conexión que usted paga. Injusticias de nuestro Sistema Educativo, pero como dicen en El Mezquital: Ese es otro boleto). A su lado tiene un vaso de cristal que accidentalmente cae al piso y se hace pedazos. Aquí ocurre un aumento en la entropía, una tendencia al desorden. El vidrio, que en un principio formaba parte del vaso, ahora se encuentra en el piso hecho añicos, y su estado inicial ya no retornará, al menos la probabilidad de que las moléculas del vaso se ordenen como al principio es pequeñísima. El aumento en la entropía es una tendencia natural al desorden. (A propósito, mi escritorio, como el de algunos maestros de física, obedece a esta ley, tiende a aumentar la entropía, es decir tiende al desorden, aunque eso no lo entiende mi esposa que es un ama de casa muy ordenada).

     • Los físicos que todo lo cuantifican, de ahí la ventaja de esta maravillosa ciencia que es la física, establecen que la entropía se expresa con el siguiente modelo:

Entropía=k log D,
en donde k es un número llamado constante de Boltzmann y D es una medida cuantitativa del desorden atómico del cuerpo en cuestión. Ambas cantidades k y D no vamos a expresarlas porque requieren de tecnicismos y no los quiero aburrir.

     Los organismos vivos son un maravilloso ejemplo de la lucha del naturaleza en contra de ese ser que finalmente se degradará y tarde o temprano morirá porque lo vencerá la entropía. Un organismo vivo evita la degradación alimentándose, bebiendo, respirando, realizando funciones que se engloban en un concepto: El metabolismo. Por desgracia todo organismo vivo produce entropía hasta llegar a su entropía máxima que es la muerte.

     El organismo vivo, en su lucha contra la degradación, contra el desorden, contra la muerte siempre busca el orden absorbiendo energía de su medio circulante, sustancias orgánicas, agua, luz solar, desechando residuos que sirven a su vez a otros organismos. Es imposible que el orden en un organismo vivo dure por siempre, la entropía reclamará su victoria cuando el organismo ya no pueda realizar sus funciones vitales para mantener: el orden, la vida, la baja entropía y sucumbirá ante: el desorden, la muerte, la alta entropía.

     El Universo Mismo cuya edad se calcula alrededor de 15 000 millones de años, que al momento del Big Bang era todo orden, con una baja entropía, al final morirá. Sin embargo toda muerte lleva consigo la “semilla” de la vida. Cuando un ser vivo ya sea planta o animal, muere, se degrada, sus componentes son utilizados por otro ser vivo, planta o animal que lucha para vivir, para mantener baja su entropía.

     Será que el universo cuya vida no es eterna porque triunfará la entropía, servirá de semilla para el nacimiento de otro universo o de múltiples universos en los que la materia se volverá a organizar y se formarán nuevos seres vivos. No me vayan a malinterpretar pero la Teoría de las Probabilidades establecen que si estos infinitos universos se forman, usted y yo volveremos a nacer en uno de ellos, o en muchos.