Claro que las conexiones cerebrales se fortalecen no sólo en el salón de clase o cuando lees libros, también se dan cuando mantienes conversaciones, cuando juegas o cuando realizas alguna otra actividad.
Una investigación realizada con dos grupos de estudiantes, el primero, diagnosticado con dificultades hacia las matemáticas y el segundo, un grupo regular. Después de ocho semanas de trabajar con el modelo Mathematical Mindset que es una forma diferente de enseñar matemáticas a los estudiantes, se observaron, utilizando imágenes de resonancia magnética, que en los estudiantes del primer grupo se observaban ciertas regiones del cerebro más iluminadas que las del segundo grupo. Sin embargo, al final del curso, la zona cerebral referida de ambos grupos, se iluminaba con la misma intensidad. Esto evidencia que al trabajar con actividades significativas, el cerebro desarrolla la región correspondiente dejando de lado que existen estudiantes con habilidades innatas para las matemáticas.
Durante todo el día, el cerebro se fortalece creando conexiones y creando nuevas rutas. Claro que existen mentes de genios con mayor capacidad para acceder a niveles superiores como los Einstein, los Feynman, los Hawking, los Galois, entre tantos más. Sin embargo, ellos son la excepción y sólo representan una pequeña parte de la “cola” de una distribución estadística normal.
Si se enseña matemáticas con actividades significativas se puede eliminar el tabú de que las matemáticas son difíciles y aburridas, que solo son temas para genios o que los hombres poseen mayor capacidad para las matemáticas que las mujeres. La tecnología digital nos proporciona los medios para el diseño de actividades significativas para enseñar matemáticas que estimulen el pensamiento crítico y atraigan la atención de los estudiantes en lugar de torturarlos y propiciar que, al escoger alguna carrera universitaria, lo sigan haciendo sobre campos lejos de las matemáticas, sin considerar que, lo que la mayoría ignora, las matemáticas permean en todas las disciplinas.