Tijuana.- El arranque de la administración federal 2024-2030 anuncia un cambio verdadero en la política ambiental de México. A partir del 1º de octubre la secretaria de relaciones exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, será titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Bióloga de origen, con un amplio currículo en el servicio público (subsecretaria de ecología y directora del Instituto Nacional de la Pesca en administraciones pasadas) e importantes encargos internacionales donde la temática ambiental ha estado presente, como las carteras que ostentó en Naciones Unidas (PNUD y PNUMA) y la Comisión Económica para América Latina, la doctora Bárcena Ibarra se presenta como referente de un reforma auténtica en el nuevo gabinete.
La expectativa tiene sustento si se consideran las opiniones vertidas por la funcionaria en un reciente foro titulado “Agenda Socioambiental 2024: diagnósticos y propuestas”. Ahí, con franqueza puso sobre la mesa aspectos conocidos por muchos pero sopesados por muy pocos:
1. La problemática ambiental no ha sido prioridad; al confundir crecimiento con desarrollo los gobiernos han optado por lo primero, de ahí que el comercio tenga prioridad sobre la naturaleza y sus recursos.
2. El sector ambiental enfrenta fenómenos de corrupción y delincuencia organizada, asociados, entre otras cosas, a tala ilegal y huachicoleo del agua.
3. Instancias desconcentradas como la Conanp, Conafor, Conabio, o la Conagua, se han manejado con autonomía mal entendida, sin entablar comunicación entre ellas, lo que ha generado no sólo descoordinación e incertidumbre, sino acciones contradictorias.
4. La Semarnat está en riesgo: de 2018 a la fecha perdió 40% de presupuesto en diferentes áreas, excepto en la Conagua, aunque el compromiso de esta última al cuidado ambiental es inexistente.
5. La coordinación federal y estatal es un embrollo, pues se han descentralizado capacidades sin una política unificada.
Los anteriores son retos para la próxima secretaria; tendrá que limpiar el sector y demostrar a todo mundo que cuidar la naturaleza y sus recursos coadyuva al crecimiento. En esa tesitura, informó sobre acciones futuras, como el inicio de programas de restauración ecosistémica y protección de especies en peligro, así como la eliminación de la minería en áreas naturales protegidas.
La problemática de los sistemas socioecológicos del país es harto conocida. Las aguas de ríos, lagunas y mares se contaminan inmisericordemente; la deforestación sigue implacable; la pérdida de biodiversidad se incrementa; la generación y manejo de residuos peligrosos, sobre todo los de carácter transfronterizo, sigue siendo un alto riesgo para la salud de la población y los sistemas ecológicos. Es comprensible que la atención de estos asuntos no admite dilación, por ello, se espera que Alicia Bárcena se acompañe de un equipo que comparta sus compromisos. Sin duda, su llegada a la Semarnat es bienvenida, pues hay confianza plena de que marcará una diferencia enorme con aquella también bióloga que hace 30 años llegó a la naciente Semarnap, durante la administración de Ernesto Zedillo, que arrojó resultados decepcionantes, negativos para los ecosistemas de México… aunque positivos para los intereses de grupos de poder económico y político.
* Director General de Asuntos Académicos de El Colef.