PEREZ17102022

TRANSICIONES
Elecciones 2024 y cambios en la cultura política
Ana Claudia Coutigno

Tijuana.- La democracia electoral y sus resultados son una herramienta que nos permite identificar algunos aspectos de la cultura política, por ejemplo, saber hacia dónde dirige la ciudadanía su mirada respecto del sistema político y de partidos. Y un poco más, en quién pone la confianza sobre la administración pública, y sobre la orientación política gubernamental. La decisión de por qué partido o candidato votar el día de las elecciones no es una decisión sencilla o quizá sí lo es, derivado del nivel de información pública y los debates que actualmente se tienen a través de las redes sociales, y otros medios de comunicación con mayor acceso y que le permite a la ciudadanía formarse una opinión con mayores elementos para su preferencia electoral.

Los resultados electorales del proceso electoral federal 2023-2024 fueron muy claros. En pocas palabras, de acuerdo a la estadística electoral vista desde los dos ámbitos geográficos, tanto el voto en territorio nacional como el voto desde el extranjero, la ciudadanía ha dado su aprobación al partido de Morena para su continuidad en la administración pública. Con mayor detalle, si analizamos los datos sin la coalición con el partido Verde y el partido del Trabajo, Morena logró el triunfo electoral en los diferentes grupos que tuvieron acceso por primera vez al sufragio en esta elección 2024. Es decir, los resultados electorales de su aprobación en el voto en territorio nacional presencial alcanzaron el 45.54%, el voto anticipado para personas con alguna discapacidad el 44.98%, y el voto de personas en prisión preventiva el 46.64%, y respecto al voto de los mexicanos residentes en el extranjero llegó a un 35.42%. Este triunfo electoral con Claudia Sheinbaum Pardo como su candidata, tiene mucho que ver con las nuevas estrategias de hacer campaña electoral por parte de los partidos políticos, pero también con las expectativas de una sociedad que ha cambiado.

Además de los mencionado, Ricardo de la Peña, Presidente Ejecutivo de Investigaciones Sociales Aplicadas, en uno de sus últimos artículos señala que a partir de los datos de la encuesta nacional de votantes a la salida de casillas realizada el 2 de junio, la principal variable que incidió en la decisión del sufragio de la ciudadanía fue la aprobación presidencial, y en sus conclusiones resalta que “la aprobación presidencial no está vinculada con la posición en la estructura social ni a la (…) expectativa de mejora de la situación económica personal (…) entonces habrá que abandonar los paradigmas clásicos y empezar a explorar las cuestiones emocionales” (en México Social, aprobación presidencial en las elecciones de México 2024). Me pregunto si estas cuestiones emocionales se le denomina ¿cultura política?

Si retomamos la definición del politólogo Dieter Nohlen sobre el concepto de cultura política, que define como “una red de relaciones que se concreta en ideas y valores, en símbolos y normas compartidas por una sociedad, o sea una mentalidad que adquiere sentido en un contexto social y que guía y condiciona el pensar, el actuar y el sentir de los actores políticos”, será una de las primeras preguntas que nos hacemos después de cada proceso electoral, si estos procesos cambian a la ciudadanía o en qué grado cambia la cultura política de las y los mexicanos. ¿Estamos ya en condiciones de identificar modificaciones en el pensamiento y la acción política de las mexicanas y los mexicanos? Lo que es cierto es que ya no será fácil, a partir de este proceso electoral 2024, dirigir o coaccionar el voto de todas y todos los mexicanos, incluyendo a los que viven en el extranjero.