Monterrey.- Recientemente los medios locales y nacionales han dado seguimiento a la movilización que han desplegado diferentes colectivos locales en contra de las acciones del gobierno de Nuevo León para desmantelar un zoológico que constituye un atractivo central del Parque La Pastora en el Área Metropolitana de Monterrey (AMM), y trasladar a los animales residentes a ranchos cinegéticos, donde se considera que su supervivencia sería incierta.
La Pastora es un lugar emblemático de esparcimiento y diversión para los habitantes del Área Metropolitana de Monterrey (AMM), que fue creado por el gobierno estatal en 1985. Sus más de 100 hectáreas de extensión, además de representar un aporte relevante al déficit de áreas verdes de toda la zona, permiten contar al AMM con un espacio natural de características únicas que incluyen una parte del cause del río La Silla, uno de los pocos cuerpos de agua vivos en esta región y cuya riqueza ecosistémica ha sido ampliamente estudiada y reconocida. Precisamente estas características llevaron al gobierno de Nuevo León a otorgarle la designación de Área Natural Protegida (ANP) bajo la categoría de Parque Urbano en el año de 2009, con la premisa de que su uso y aprovechamiento fueran regulados, controlados y sustentables, estableciendo un programa formal de manejo que asegurara el cumplimiento de las medidas de protección y restauración requeridas. La importancia ecológica de La Pastora fue reafirmada también en el Programa de Acción Ante el Cambio Climático Nuevo León 2010-2015.
Los conflictos entre grupos de la sociedad civil y las autoridades estatales en torno a La Pastora se iniciaron cuando la administración del entonces gobernador José Natividad González Parás –el mismo que signó la declaratoria del parque como ANP– se propuso entregar al grupo FEMSA 35 hectáreas en comodato por 60 años, a fin de que el corporativo construyera un estadio de futbol para el Club Rayados de Monterrey, implicando obras de desmonte y de afectación al balance ecológico del parque. El estadio BBVA fue finalmente inaugurado en agosto de 2015, y recientemente recibió la aprobación para ser sede de tres partidos de la copa mundial de futbol 2026, lo que ha avivado el interés de empresarios y gobierno por el desarrollo de obras complementarias a lo ya existente. Tal es el caso del Circuito GMX que promueve el municipio de Guadalupe para conectar las vialidades aledañas con el estadio. En todo este proceso la voz y acciones de grupos ecologistas locales y especialistas en el desarrollo urbano del AMM ha estado presente.
El reciente amparo que obtuvo la Asociación Unidos por la Pastora para evitar que se siguieran sustrayendo los animales del zoológico es sin duda un logro temporal de este y otros colectivos en las últimas semanas, pero como ellos mismos reconocen, los desafíos que esperan por delante son muy grandes. La falta de respuesta de las autoridades y el anuncio de macro proyectos urbanísticos relacionados con la celebración del mundial de futbol 2026 mantienen un clima de incertidumbre en torno al futuro de La Pastora, en línea con su reconocimiento como ANP. Como algunos especialistas han planteado, la dinámica y políticas de crecimiento para el AMM no consideran en absoluto el creciente déficit de áreas verdes y de niveles de contaminación. El arribo de nueva industria y el continuo uso del automóvil sólo alimenta la necesidad a corto plazo de nuevas urbanizaciones. La posible desaparición del parque La Pastora como resultado de todo esto, no sólo enviará una señal equivocada en términos de la interpretación de facto de la legislación ambiental de Nuevo León por las autoridades correspondientes, sino que abonará a las condiciones de deterioro ambiental que día a día merman la calidad de vida de los habitantes de esta metrópoli.
* Profesor-investigador de El Colegio de la Frontera Norte, Unidad Monterrey. jlcastro@colef.mx