Trolls-bots vs las benditas redes
Carlos A. Jiménez Zarate*

Es del conocimiento popular que los opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, llevan una larga campaña negra en su contra; pero esta estrategia solo era factible en un mundo de comunicación unidireccional, cuando la tv, la radio y la prensa escrita dominaban el espectro noticioso y de contenidos de la gran mayoría de las personas, en aquel tiempo los potentes y felices micrófonos televisivos y radiofónicos servían a los grandes presupuestos del gobierno.

     Los políticos se inclinaban ante las cámaras y sus presentadores de noticias, miles de millones de pesos del presupuesto público fueron a parar a los medios masivos de comunicación. Durante décadas estas empresas le entregaban al pueblo información sesgada, y llena de elogios hacia los gobernantes; así se fue conformando el cuarto poder, que incluso llego a tener una bancada legislativa.
Durante más de 30 años fue impuesta la política neoliberal, el resultado fue una sociedad mexicana mas pobre, pero los medios poco o nada decían, para ellos el presidente, los gobernadores y diputados que pagaban sus infomerciales y destinaban enormes presupuestos a la publicidad eran grandes políticos con visión de futuro, dejando a un lado las denuncias de robos y fraudes, los medios era parte de la democracia simulada.

     En el 2006 la campaña negra o guerra sucia contra AMLO apenas si les alcanzo para darle el triunfo a Felipe Calderón, porque la diferencia fue de medio punto porcentual, en aquel año los blogs fueron los canales de difusión y comunicación alternativos en la campaña de apoyo a AMLO.

     En el 2012, el poder neoliberal se impuso a base de compra de voluntades, y el margen entre AMLO y Peña fue de más seis puntos porcentuales. Sin embargo, durante la campaña nació el movimiento estudiantil #YoSoy132 que utilizo las redes sociales, y fue el catalizador del quiebre del poder mediático de las grandes empresas de medios, en el cual los jóvenes pedían la democratización de los medios. Para este entonces, en otros países las redes habían generado grandes movimientos sociales de indignación.

     Pero un fue hasta el terrible ataque a los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, que buena parte de la sociedad mexicana inicio una espiral ascendente de utilización de las redes, como medios de difusión y de organización, esto marco el inicio de la comunicación omnidireccional social, que es el verdadero poder de las redes. Tras la conformación del Pacto por México que, dio paso a la legalización del neoliberalismo mediante reformas constitucionales, AMLO pudo sentir el pulso social e inicio la organización de MORENA, que en el 2018 arraso con mas del 50% de los votos.

     En gran medida las “benditas redes sociales” como les ha llamado AMLO, fueron los medios y canales de interacción y difusión de sus propuestas. Pero también fueron el escenario de una nueva forma de guerra sucia contra AMLO, empezaron a aparecer las hordas de trolls y bots, que lo han acusado de todo tipo de calumnias, y lamentablemente una parte minoritaria de la sociedad ha caído presa de tal guerra desinformativa, compuesta por noticias falsas o fake news, información errónea o tendenciosas, y han desarrollado un odio irracional contra el gobierno de AMLO. Los trolls son aquellas personas que difunden contenido para generar el odio o cualquier sentimiento negativo hacia otras personas, estas puedes ser acciones pagadas o no. Mientras los bots son cuentas automatizadas para apoyar contenidos, según el interés de quien las maneje.

     Tal es el caso que muestra la gráfica 1, donde se puede ver la red que generó una falsa notica, donde se anunciaba que la CFE aumentaría un 4% las tarifas eléctricas. Se puede observar la zona de la fake news la cual fue difundida por periodistas y medios tradicionales, que a su vez fue apoyada por cuentas trolls y miles de cuentas bots (nodos en color rojo), dichos periodistas al servicio del poder neoliberal, no soportan la idea de ver su voz eclipsada por el poder de las benditas redes de interacción real.