GOMEZ12102020

Un niño, un árbol
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- Los árboles son fuente de vida y su importancia es crucial para la supervivencia de los seres humanos y de nuestro planeta Tierra.
La vida tal y como la conocemos comienza con las plantas primitivas que produjeron la fotosíntesis y hace 3 mil 500 millones de años oxigenaron la atmósfera, lo cual permitió que la especie humana apareciera.

Los árboles intervienen en el ciclo natural del aire, pues nos ayudan a respirar aire limpio por ser los gigantescos pulmones del planeta que transforman el carbono en oxígeno. También intervienen en el ciclo natural del agua, ya que atraen la lluvia e infiltran el agua en los acuíferos evitando sequías e inundaciones, protegen el suelo evitando su erosión y liberan vapor de agua que refresca el aire y evita las altas temperaturas.

A pesar de que la existencia de los árboles es clave para nuestra supervivencia, actualmente su ritmo de destrucción y desaparición resulta alarmante. Las previsiones de la ONU por la deforestación mundial son que en unos 300 años no quedará ni un solo árbol sobre la faz de la Tierra.

Las consecuencias nefastas de la deforestación ya las estamos viviendo en la zona metropolitana de Monterrey: somos la ciudad más contaminada de América Latina, padecemos la sequía extrema que nos tiene al límite del agua potable para vivir, y la feroz canícula llegó con temperaturas más elevadas.

Ineludible para la sociedad es ¡sembrar árboles ya! Por ello, los Centros de Desarrollo Infantil del Frente Popular “Tierra y Libertad”, la Escuela Preparatoria Técnica General Emiliano Zapata y la Universidad Emiliano Zapata, nos sumamos al programa “Monterrey Adopta un Árbol”, que el gobierno municipal puso en marcha para cubrir un déficit de 200 mil árboles.

El compromiso de los 5 mil alumnos CENDI, 11 mil de la Prepa y 8 mil de la Universidad es adoptar un árbol para plantar y así ayudar a tener agua, a mejorar la calidad del aire y a bajar las temperaturas en la zona urbana.

La tarea será sembrar árboles nativos en los polígonos donde se ubican nuestros centros educativos, en espacios que permitan una siembra masiva, en plazas públicas que no tengan suficiente arbolado, alrededor de campos deportivos y áreas verdes que no tienen la potencialización para cumplir con esa función, y en banquetas de calles y patios de casas donde se necesiten.

Será una tarea colectiva, cuyas acciones involucre el trabajo comunitario de las colonias aledañas, el apoyo de maestras, maestros y personal educativo, así como de madres y padres de alumnas y alumnos.

Lo más importante es que cada árbol que se siembre tenga un cuidado de más de un año, para que pueda tomar su fuerza y sobreviva.

El que cada niña y niño CENDI adopte, siembre y cuide un árbol, llevando una bitácora sobre su desarrollo, representa fortalecer nuestra acción educativa en pro del medio ambiente y la sustentabilidad, tarea que hemos realizado durante los últimos 50 años, a partir de que fundamos la Colonia Tierra y Libertad e iniciamos las primeras escuelas en la zona del Topo Chico.

Representa avanzar en el plan de acción de nuestro proyecto “Aires Nuevos para la Primera Infancia”, que además de la reforestación contempla acciones de seguridad vial y tránsito peatonal mediante el recarpeteo de calles, la ampliación y construcción de banquetas, la instalación de nueva señalética para el tráfico de automóviles y camiones, el reubicar comercios ambulantes; y otras iniciativas, como los huertos comunitarios, todo ello para el bienestar y la calidad de vida de nuestra niñez, de sus familias y de la comunidad CENDI.

Por todo , nos da mucho gusto participar en el “Acuerdo Verde por Monterrey”, esfuerzo del Municipio de Monterrey para que el Gobierno del Estado, la Iniciativa Privada y la Sociedad Civil donen árboles al programa “Monterrey Adopta un Árbol”, cuya primera fase es sembrar los primeros 50 mil (de los 200 mil) árboles en zonas donde más se necesitan.

Como equipo CENDI nos sumamos al esfuerzo conjunto del gobierno municipal de Monterrey y continuaremos los proyectos de jardines verticales y huertos escolares con el Colectivo “La Bola”, así como el Club de Niños Cuidadores del Planeta Tierra, con la Asociación Mundial de Educadores Infantiles y la UNESCO, y los programas de cuidado al medio ambiente y sustentabilidad de la Semarnat; y los propios, que desde años atrás impulsamos en la búsqueda de tener una ciudad amigable con la primera infancia.