GOMEZ12102020

Visiones y tendencias del voto
Ernesto Hernández Norzagaray

Mi solidaridad con el profesor universitario Inocencio Castillo.

Mazatlán.- El sábado antepasado Arturo Santamaria y yo tuvimos oportunidad de conversar con un exgobernador sobre la coyuntura política. Cuando llegamos al punto de encuentro nuestro anfitrión tenía en sus manos una estadística muy ordenada y detallada de cómo, de acuerdo con su visión, se estaban perfilando las candidaturas de Rubén Rocha y Mario Zamora.

     Recuerdo la valoración positiva que hacía de la candidatura común que sostienen Morena y el PAS y reconocía que cuando Héctor Melesio no va en la papeleta bajan los votos del PAS. Reconocía que Rocha había obtenido 604 mil 603 votos en la elección de senador y Zamora 306 mil 995 votos, la fórmula priista había perdido al 2 y más por uno. También valoraba las candidaturas de Sergio Torres y Rosa Elena Millán, que son restas para el candidato priista. Sumaba los votos que podría agregar el PAS a Rocha y los calculaba en 120 mil conservadoramente y los votos que le podrían sumar Alejandro Higuera “que no son solo los 200” como dijo el dirigente estatal del PAN.
La suma de todo esto de acuerdo con este análisis favorecería a Rubén Rocha. Con el fin de abundar en el análisis intervine mencionando que en el caso de la marca Morena esta se mantiene en un 42-44% y Rocha estaría por debajo ligeramente. En cambio, Mario Zamora, con una marca que escasamente alcanza el 25% de intención de voto él en las encuestas de EL Universal y Reforma anda en un 42-44%.
O sea, en el mejor de los casos, Rocha está estacionado con la marca mientras Zamora ha estado constantemente subiendo. Estas tendencias se han confirmado en las encuestas de intención de voto de esta semana especialmente la de El Universal que presenta un resultado más cerrado con dos puntos de diferencia a favor de Rocha y si, es así, estaríamos en empate técnico. Por cierto, muy diferente a la del diario Reforma, que habla de un 10% pero, ojo, está encuesta tuvo un 49 por ciento de rechazo, o sea, en ella, se pronunciaron solo los que ya tienen ya decidido su voto que sería más ideológico y el resto lo mantiene oculto. Me quedó con la intención de voto de El Universal.

     En un escenario, cómo este, destacaba en mi análisis que hay factores de orden psicológico que podrían ser definitivos en el resultado. El peso de la marca Morena pueda imponerse, pero, igual no, pues habrán de pesar lo que ya argumentaba en otro artículo los tipos de voto que muy probablemente se van a expresar, porque ya ha sucedido, en la elección de gobernador, pero también en las que se celebraran por el legislativo y las presidencias municipales. Ahí va mi proyección.

     Habrá voto leal o duro para cada uno de los principales contendientes a gobernador. Así mismo, es muy probable que se refrende el llamado voto cruzado o diferenciado que tuvo un efecto significativo en las últimas cuatro elecciones locales incluso en 2018 no fue la excepción.

     También, tendremos una cuota de voto de castigo, sea para Quirino Ordaz pero igual para Andrés Manuel, que ha venido radicalizando su discurso contra enemigos reales o imaginarios. Otro tipo de voto será el llamado oculto o sea aquel, que tiene un destinatario muy definido y que fue muy notorio en 2018, se trata de un elector muy castigado por el control que el PAS ejerce sobre maestros, trabajadores y estudiantes universitarios. Y, habrá, de tener un efecto sobre el ánimo de los votantes de esas decenas de miles familias que no gustan de lo que sucede intramuros en la UAS.

     Y, finalmente, el voto útil que en competencias muy cerradas se define frecuentemente por el candidato puntero, pero en condiciones de empate técnico se distribuye. También, influye en este tipo de votante, la afinidad política del votante que dice “mi candidato era tal pero no tiene ninguna posibilidad de ganar entonces entregó mi voto al partido más cercano más afín” por razones personales o ideológicas. Este dilema se le va a presentar a los votantes de los partidos pequeños. Por un lado, a los de Sergio Torres y Rosa Elena Millán de MC y Fuerza por México, respectivamente y por el otro, Gloria González Burboa del PT, Ricardo Arnulfo Mendoza del PES y Yolanda Yadira Cabrera de RSP. Y, finalmente, la cuota de abstencionismo, ¿a quién le pega más?

     Un factor que habrá de pesar en la decisión del voto o mejor que ya está pesando, son las tendencias que se están prefigurando a nivel nacional, y que tienen que ver mucho con el discurso cotidiano del presidente López Obrador, donde vemos en las distintas encuestas -las buenas y las malas- que el comportamiento del voto será muy diferente al que aconteció en 2018. Ninguna encuesta, hasta ahora, indica que habrá un nuevo tsunami electoral y esto habla de una nueva distribución de la representación políticas.

     De las quince gubernaturas en juego Morena y sus aliados solo parecen tener seguras cinco de ellas – Nayarit, Colima, Baja California, Michoacán y Guerrero- en el resto existe empate técnico o triunfos a favor de la coalición “Va por México”, MC, PAN incluso Verde.
Igual, esta incertidumbre alcanza a las cinco circunscripciones electorales, donde en dos hay indicios de que el voto favorecería a cada coalición mientras en el resto habría empate técnico. Una de ellas es la I que va de Michoacán hasta BC cruzando por Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, BC sur, Sonora y Sinaloa.

     Pero volviendo a Sinaloa, está semana apareció una columna muy sugerente del periodista Osvaldo Villaseñor, que rápidamente circuló en redes sociales, donde decide salir de las coordenadas de las encuestas y se va al análisis de los pronunciamientos que han venido ocurriendo entre sectores sociales y políticos que han optado por una suerte de voto útil y se han plegado a los dos candidatos punteros.

     Así, por el lado de Morena, la manifestación más relevante es la renuncia de Tomás Saucedo a la candidatura del Verde y la suma personal al proyecto de Rubén Rocha, mismo que la dirigencia del partido Verde ha rechazado y sustituido al candidato, en cambio, por el lado de Zamora las sumas se acumulan desde el morenismo hasta fracciones de organizaciones gremiales.

     Entonces, para cuando se publique este texto, faltaran dos semanas para las elecciones y lo que hagan o dejen de hacer los candidatos en estos días será definitivo, pero sobre todo para un electorado expectante e indeciso que buscará sacar provecho a su voto y la suma de estos comportamientos pondrá en su lugar a las distintas proyecciones de voto.