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Visita del secretario de Educación a NL
Gloria E. Amador Campos

Monterrey.- Puede parecer que mis impresiones no sean las de otros(as) colegas, quienes estuvimos en la reunión de trabajo el sábado con el secretario de Educación en Cintermex; pero bien, cada uno(a) de nosotros(as) podemos exponer nuestros puntos de vista. Cada quien habla desde la experiencia vivida antes y ahora.

     Para mí ¡siempre! importa el fondo y la forma. Faltaron Inspectores y supervisores, la verdad es que la Secretaría de Educación de Nuevo León nos informó al “cinco para las doce”, como casi siempre en estos últimos años; entonces quienes ya tenían agendados compromisos de salud, familiares o salidas de la ciudad, no les fue posible cancelar y no pudieron asistir. Lo que sí, es que aquí las Autoridades locales pudieron avisarnos con tiempo suficiente para organizarnos; no creo que el Secretario de Educación planee su agenda de esa manera; aquí se sabía con tiempo que ellos vendrían. Era sábado, día de descanso para todos(as); sin embargo, hubo un buen número de Inspectores/supervisores que llegamos desde las 7:00 a.m., incluso algunos(as) antes.

     Llegamos y aunque se percibía la seguridad en el área, no había ese arco intimidante ni guardias de Fuerza Civil, ni policías, ni revisión de mochilas de los Inspectores(as); no se sentía tensión, ni prepotencia por parte del equipo de seguridad que acompañaba al Secretario de Educación (eran firmes, sí, pero respetuosos(as) de nuestro cargo), así que los de Nuevo León, pues tenían que hacer lo propio (digo), se hubieran visto mal en caso contrario. A mí me pareció muy bien, porque en mi mochila llevaba volantes que pensaba, junto con otros(as) compañeros(as), repartir entre los asistentes, así que no hubiera sido bueno el no poder hacer esta acción en la que varias personas habían gastado trabajo, dinero, papel y tinta. Había muchas personas que evidentemente no eran Inspectores/supervisores ni jefes de sector; ustedes saben, los clásicos “acarreados”, esa percepción la tuvimos varios, al desconocer a varios grupos de personas allí presentes, ubicados estratégicamente y que al momento de entrar a las mesas de diálogo no se incorporaron con nosotros, pero sí en las plenarias. No sentí temor alguno.

     El gobernador se presentó informal, como siempre; el secretario de Educación y la secretaria de Nuevo León, vestidos de manera formal para el evento. Las personas de la SEP que vinieron de México, pero no sé exactamente de qué lugar del país, estaban muy preparados, documentados, técnicamente listos, de trato afable, cordial, respetuoso y de hablar pausado. Quince minutos antes del evento se nos dieron indicaciones precisas de la manera en que se desarrollarían las actividades; eso fue muy bueno porque teníamos la agenda lista y sabíamos lo que ocurriría durante la larga jornada. Esto es muy importante porque refleja preparación, seriedad, planeación, compromiso, trabajo de equipo, algo que en Nuevo León en los últimos tiempos no se percibe en muchas acciones de las que realizan; aunque en algunas Direcciones de la Secretaría sí, y eso hay que decirlo; en mi nivel no.

     De los discursos de bienvenida. La Secretaria como anfitriona, una Inspectora del Sistema Estatal de Secundarias en representación de todos(as) nosotros(as) y el gobernador. ¿Pues qué les digo? La maestra Errizuris, profesional e institucional, al igual que la colega inspectora; y del señor Bronco, honestamente varios de nosotros(as), con pena ajena; creo que ya a varios años de su encargo no ha aprendido a entender que es el representante del pueblo de Nuevo León, por lo que su lenguaje debe ser el correspondiente, más aún en un evento donde todos(as) somos personas educadas, respetuosas, estamos al pendiente de todo; y además teníamos visita, por favor.

     No entiendo la razón por la que en sus equipos no le apoyan y le ayudan, proporcionándole un puntuario, para que coordine todas las ideas que desea expresar, con datos concretos, precisos, científicos, reales. En modo tal que como siempre habló de muchos temas, de manera anárquica, desorganizada, sin estructura y se percibía sin preparación alguna al respecto, alargando de manera inútil su discurso. Usando en varias ocasiones un lenguaje no solo coloquial, sino incluso prosaico. Así no se hacen las cosas, mal para su imagen, mal para nuestro estado, pueden pensar que así somos todos(as) en Nuevo León y ¡no!; los(as) maestros(as) sí planeamos cada acción que realizamos y nos preparamos para ello, imagínense si no, trabajamos con lo más valioso: nuestros(as) niños(as).

     El licenciado Esteban Moctezuma, al parecer sí hizo la tarea y seguro tiene un equipo profesional que le auxilia: se levantó de su asiento con una carpeta café (asumo que con documentos de apoyo) a la que acudía de manera breve de cuando en cuando. Se dirigió a nosotros(as) con un lenguaje adecuado, formal, respetuoso, profesional, con datos, apoyándose en una excelente presentación en power point, resaltando solo las ideas principales de manera visual. Dio su lugar al magisterio de Nuevo León, reconoció y agradeció el trabajo de todos(as), etc. Al momento de iniciar dijo unas palabras que nos hicieron sonreír: “Generalmente las personas hablan y al terminar el discurso, si les parece interesante y les gusta, aplauden; ustedes, sin escuchar una palabra, me han dado su afecto y su confianza; espero no defraudarlos y estar a la altura de lo que esperan, de sus expectativas” (palabras más, palabras menos). Y sí, no nos defraudó, pues al terminar su ponencia nos percatamos de lo interesante y valiosa que es, y que sin duda nos guiará en nuestras tareas en las escuelas. Enseguida pasamos los inspectores a los diferentes salones donde se establecerían las mesas de diálogo; que fueron otra historia, muy enriquecedoras las participaciones, perfectamente organizadas por la SEP a nivel nacional.

     Les comparto: hubo tres salones de trabajo, en ellas acomodadas varias mesas y distribuidos los(as) asistentes; todo impecable, en cada sitio una tablet, folders, plumas, hojas, marcadores, papel, y todos los espacios con equipo audiovisual operando a la perfección. Los colegas que venían de la SEP nos dieron indicaciones de cómo desarrollaríamos las tareas, de los tiempos que disponíamos, de la forma en que se capturarían las respuestas, de la relevancia de la actividad, etc. También se nos dijo que en un determinado momento llegaría el secretario (como era obvio que todos desearían hablar con éste, el procedimiento a seguir –a mí me llamó a risa, pero conociéndonos entre maestros(as)– era lo mejor). En un ánfora transparente se colocarían los números de cada mesa y una vez que llegara el secretario se sacarían los números de las mesas que visitaría. Todos estuvimos de acuerdo. A mí me tocó estar en una mesa con Inspectoras de Secundaria, de Preescolar y de Primaria; imaginen la riqueza y pluralidad de opiniones. Este diálogo era crucial, ya que el gobierno de México deseaba saber a través de su secretario nuestra opinión acerca de cinco preguntas importantes: Característica distintiva de la Nueva Escuela Mexicana; Qué cambios es necesario hacer para mejorar el aprendizaje de niños y niñas; Cómo construir una educación más personalizada hacia los niños y las niñas; Cuál podría ser la principal acción para atender educativamente la pluriculturalidad en el aula y en la escuela; y Cuál sería la acción más efectiva para lograr la revalorización del magisterio. Ya sabrán. ¡Las respuestas se las encargo!

     Nosotros(as) interceptamos al secretario en el pasillo; allí se le expusieron de manera verbal diversas problemáticas, que él escuchó atentamente; sobre las Escuelas de Tiempo Completo, la Homologación Salarial entre niveles, las irregularidades cometidas en el proceso preliminar para conformar la planilla en la Sección 21; una maestra le habló de acoso en un centro de trabajo, salarios, etc. El secretario se comprometió a recibir a las personas de diversos grupos, para atenderles con más calma y atención al final de la jornada. Palabra empeñada y acción que sí cumplió; además de acudir a cada salón, sentarse en diversas mesas, recoger planteamientos de todos(as) nosotros(as). Mención especial merecen dos hechos inusuales en un funcionario de primer nivel: jamás una mala cara, un gesto indebido, una actitud fuera de lugar, una palabra de molestia, y créanme, acostumbradas al maltrato de los últimos años, inclusive de la semana pasada aquí en Nuevo León, pues hasta se nos hacía raro. Su equipo lo cuidaba, y muy bien, pero no impedía el contacto con los(as) profesores(as).

     Les digo que tiene muy buen equipo, porque en la Plenaria de Cierre, y después de la parte artística, él de inmediato hizo una síntesis de las propuestas que se habían elaborado en todos los espacios de trabajo. Pensé: o tiene una gran capacidad de síntesis, o el que hizo la tarea le sabe muy bien. El caso es que esa manera de trabajar nos obliga también a nosotros(as) a dar lo mejor en nuestros centros de trabajo ¡siempre!

     No soy fan del secretario, como otros colegas que expresamente dicen que es su youtuber favorito (como una directora que trabaja en la zona escolar que yo coordino); pero agradezco el trato, la atención; honestamente, es justo el estilo de trabajo que se requería, el acercamiento, la escucha respetuosa, el tomar en cuenta las opiniones del otro, el aceptar considerar las diferentes propuestas, comprometerse a estudiar los planteamientos y saber que no todos(as) pensamos igual.

     Para mí, ahora (y me sorprendo diciéndolo) sí son otros tiempos.

* Inspectora de la Zona Escolar 26 Estatal, Sección 50.