GOMEZ12102020

Vivir sin agua
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- La Declaratoria de Emergencia por Sequía emitida por el Gobierno del Estado de Nuevo León el pasado 2 de febrero, suspende todas las actividades que por su naturaleza ameriten el uso excesivo de agua y establece realizar todas las acciones de carácter preventivo que ayuden a mitigar los efectos de la falta de agua, debido a los bajos niveles de almacenamiento en las presas Cerro Prieto, La Boca y El Cuchillo.

Para contribuir con las acciones de mitigación y por ser las pequeñas grandes medidas que toda familia debemos llevar a cabo en nuestros hogares, el Gobierno del Estado nos pide aplicar las siguientes medidas preventivas para conservar agua en los espacios interiores:

En el baño:
Evitar descargas innecesarias del inodoro y no desechar el papel sanitario ni otros residuos similares en el inodoro.

Optar por duchas breves en vez de baños en la tina. Abrir la llave sólo para mojarse y enjabonarse y otra vez después para enjuagarse.
No dejar la llave abierta mientras se cepilla los dientes, se lava la cara o se afeita.

En la lavandería:
Operar la lavadora solamente cuando están completamente cargadas o configurar el nivel de agua de acuerdo con el tamaño de la tanda.

En la cocina:
Lavar los platos a mano en dos recipientes, uno lleno de agua con jabón y el otro con agua para enjuagar.

Lavar los vegetales en una olla llena de agua, en vez de usar agua corriente de la llave.

Calentar agua en la estufa o en el microondas, para no desperdiciarla mientras se espera que salga caliente.

Evitar el uso de agua corriente para descongelar alimentos. Dejarlos en el refrigerador la noche antes o usar el microondas.

Operar el lavaplatos automático solamente cuando esté lleno y en ‘lavado ligero’, tras remover las partículas grandes de comida.

En el jardín:
Una lluvia elimina la necesidad de regar el jardín hasta por dos semanas. Los jardines necesitan una pulgada de agua por semana.

Comprobar los niveles de humedad del suelo. Si el césped se recupera de manera elástica después de pisarlo, aún no necesita agua.

Si se necesita regar el jardín, se debe hacer temprano en la mañana o más tarde en la noche, cuando la temperatura está fresca.

Regar en varias sesiones breves, en vez de una sesión larga, para que el jardín pueda absorber mejor la humedad y evitar escorrentías.

Utilizar una escoba o soplador, en lugar de manguera, para despejar las hojas y otros escombros de la entrada o acera.

Evitar dejar desatendidos rociadores o mangueras. Una manguera de jardín puede derramar 600 galones o más en pocas horas.
En condiciones de sequía extrema, dejar que los jardines mueran, para favorecer la conservación de árboles y arbustos grandes.

Lavado de automóviles:
Usar un lavadero comercial de automóviles que recicle el agua.

Utilizar una boquilla con cierre en la manguera que se pueda ajustar aun rocío fino en caso de lavar en automóvil en casa.

Para vigilar la estricta aplicación de estas medidas y verificar el cuidado y uso del agua en todas las actividades señaladas, la Declaratoria instruye a los Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey (SAyDM) para tal efecto y para que fortalezca las medidas que resulten idóneas, mas nunca para cobrar tarifas diferenciadas con el fin de que pague más quien gaste más, pues de lo que se trata es de concientizar a los usuarios sobre cómo ahorrar agua por la sequía.

Con estas medidas las familias tendremos que aprender a vivir sin agua; es decir, condenadas a una vida inhumana de mínimo consumo, u orilladas a ser altamente ahorradoras, tal y como lo pronosticó durante la sequía de 1998 el doctor en hidrología y ex consejero ciudadano de SAyDM, Jaime Leal Díaz (qepd), quien trágicamente parafraseó a Juan Ruiz de Alarcón: “cuando la familia aprenda a vivir sin agua le pasará lo mismo que al caballo del hortelano, que se murió cuando ya estaba aprendiendo a no comer”.

Si la crisis nos lo permite, hay que aprender esta lección, de que no actuamos a tiempo para resolver a fondo nuestro problema del agua.